La escena de este mes es la fantástica resurrección de Frank en Hellraiser (Clive Barker, 1987).
Hellraiser es una película que me gusta mucho por varios motivos, pero especialmente dos: los efectos especiales a cargo de Bob Keen y su equipo y la música de Christopher Young. A esto hay que sumarle una muy buena historia y unas buenas actuaciones, de las que destacan Clare Higgins, la cachonda de Ashley Laurence y Andrew Robinson, al que recordaréis por su papel de Scorpio en Harry, el sucio (Dirty Harry, 1971).