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¿Y si nos comemos a Raúl? (1982)

¿Y si nos comemos a Raúl? (1982) Tít. orig.: Eating Raoul Dir.: Paul Bartel: Gui.: Paul Bartel y Richard Blackburn Int.: Paul Bartel, Mary Woronov, Robert Beltran, Susan Saiger Dur.: 80 min.

Estamos ante una comedia de humor negro escrita, dirigida y protagonizada por Paul Bartel, director no muy conocido, que cuenta con esta obra y con la película La carrera de la muerte del año 2000 (Death race 2000, 1975) como sus obras de mayor reconocimiento, aunque otras menos conocidas como Neurosis asesina (Private parts, 1972) o Cannonball! (Cannonball!, 1976) resultan también interesantes. Aunque en el guión colaboró también Richard Blackburn (que tiene un pequeño papel en la película), la idea original era de Bartel, quien tuvo que pedir el dinero para grabarla a su familia después de que varios productores, incluido Roger Corman, que ya había producido alguna de sus películas, la rechazaran.

Cuando comencé a ver este film, lo primero que pensé fue que tenía muy mala pinta. Malas actuaciones, situaciones estúpidas, bajo presupuesto,… Parecía un producto de serie B de los cutres, cutres, de esos que de tan cutres que son, pierden la gracia de lo cutre de la serie B. Sin embargo, a medida que fue avanzando la película, cada giro de guión me fue atrapando un poco más hasta que me encontré disfrutando al máximo de la película y de su fantástico guión.

Paul y Mary limpiando a los cadáveres

La peli cuenta la historia de Paul y Mary (interpretados por Paul Bartel y Mary Woronov), un matrimonio muy tradicional que vive en un apartamento del pervertido Hollywood y sueña con abrir un restaurante. Necesitan 20.000$ en dos semanas, pero no disponen de ellos. Una noche, mientras Paul está fuera, un juerguista muy salido se mete en su casa y trata de violar a Mary. Cuando Paul vuelve y se encuentra el pastel, le sacude con una sartén y se lo carga. Tras otro incidente en el que otro pervertido resulta muerto a sartenazos, Paul y Mary se dan cuenta de que están ganando mucho dinero y podrían reunir los 20.000$ en poco tiempo. No os perdáis el diálogo entre Paul y Mary:

(Mary) ―¿Sabes que hemos ganado más de 1.000$ en dos días sin impuestos?
(Paul) ―Y sólo… matando gente.
(Mary) ―Horrendos maníacos sexuales que nadie echará de menos.

Después de esto, y con el asesoramiento de Doris la dominatrix, deciden poner un anuncio en el Hollywood Press para atraer a los salidos a su piso y que Paul les dé matarile. Entonces aparece en escena Raoul, un cerrajero no muy legal que acabará descubriendo el negocio que se traen Paul y Mary y querrá participar, ofreciéndose a deshacerse de los cadáveres sin cobrar nada por ello, ya que según él, se está forrando vendiendo los coches de los muertos. Pero resulta que Raoul está haciendo un doble negocio vendiendo los cadáveres, aunque esto no os lo cuento que mola más si lo veis. El caso es que Raoul acabará siendo la cena de Paul y Mary.

A la gente le van unas cosas muy raras

Entretenidísima película que se apoya sobre un guión magnífico de Bartel y Blackburn (el tío de la inmobiliaria), que tampoco se defienden mal delante de la cámara. Mary Woronov, la musa de Bartel (también de Warhol) rinde a un nivel alto también. Además, Robert Beltran (Raoul) y Susan Saiger (Doris la dominatrix) están estupendos en sus papeles, resultando especialmente creíble el de Raoul y especialmente gracioso el de Doris. En definitiva, es una comedia ligera de humor negro pero con unos golpes tremendos y unos giros de guión sorprendentes, ideal para esos días en que uno está un poco sobrecargado de Bergman y Antonioni y todas esas cosas, y le apetece ver algo sencillo, divertido, original, sin pretensiones y encima, cortito. Lo tiene todo para que paséis un rato divertido.

Atentos al Chateau La Fitte con el que duerme Paul.

Por ponerle alguna pega, creo que hubiera resultado más graciosa con algún toque gore. Algo ligerito, eh, no una masacre ultragore. En cualquier caso, se merece totalmente el estatus de película de culto que se ha ganado y si no la habéis visto, no os lo penséis porque la experiencia merece la pena.

4 comentarios:

  1. Tengo pendiente revisarla, pero recuerdo haberla visto hace mucho tiempo y haber flipado con su bizarro argumento.

    Saludos!

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  2. Ciertamente es bizarro, doctor, pero creo que quedará satisfecho con una revisión.

    Un saludo.

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  3. Una divertidísma película que no me canso de ver. Pero bueno, yo soy fan de Paul Bartel desde su papel de director de campamento en Piraña de Joe Dante y su mujer, la Woronov fue todo un icono sexual para mí en su tiempo.

    Saludos!

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  4. Yo también soy fan de Bartel y me parece un gran guionista. También hacía de profesor de ciencias en Frankenweenie de Burton.
    La Woronov es espectacular. Un icono sexual sin ninguna duda.

    Un saludo, Quimérico Inquilino.

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