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Superman - Segunda parte

Seguimos con este repaso a Superman cuya primera parte podéis leer aquí.


Superman III (Richard Lester, 1983)

Me encanta esta película. Sé que la gente la odia por eso de que es una mierda y tal, pero eso es porque no la entienden. Superman III es fácilmente la mejor comedia de los 80, es el súmmum del cine casposo, es lo que pasa cuando dejas que Richard Lester se ocupe de todo.

Lo más grande de esta memorable película es que pretenden hacernos creer que reprogramando un satélite meteorológico se puede controlar el clima. Demencial. No, esperad, más grande que eso es que esta reprogramación la haga Richard Pryor tras asistir a un cursillo de informática en el que ni siquiera le regalan una guitarra. No, esperad, aún más grande que eso es que Pryor creará una Kryptonita sintética tan cutre que en vez de matar a Superman sacará su versión mala a la luz. Exacto, esto es lo más grande.

Este Superman malo, al que diferenciaremos del bueno porque va despeinado y sin afeitar, cometerá todo tipo de fechorías como hacer llorar a un niño, dejar que un camionero muera por intentar ligar con la que luego sería su madre en la serie Smallville (¡incesto!), cepillarse a la novia del villano de la peli, beberse unos güisquis en un bar y destrozarlo y, lo mejor de todo, apagar la llama olímpica. ¡Qué cabronazo! Casi lloro cuando apagó la llama.

Superman lucha contra Superman y gana Superman. ¡Grande Lester!

Aquí Richard Lester ya no oculta un ápice su odio al personaje de Superman, al que es incapaz de proporcionarle ni siquiera un villano de chiste. La continua parodia hace que esto pierda el sentido de la aventura y se convierta en una pura comedia con escenas tan brillantes —salidas, obviamente, de la mente de un genio como Lester, creador de otras genialidades como la S de celofán— como que el muñequito verde del semáforo se suba a pegarse con el rojo, o que el sistema de defensa de los malos sea un videojuego en el que hacer puntos lanzando misilazos a Superman.

Este es uno de los momentos más grandes/cutres de la historia del cine.

Para colmo, un final malísimo en el que un ordenador gigante creado por Richard Pryor toma conciencia de sí mismo cual Skynet de serie B, y convierte a la hermana del malo en robot aniquilador.

Acojona, ¿eh?

Cuesta creer que alguien, y cuando digo alguien quiero decir Lester, crea que esto es lo que los espectadores esperan ver en una peli de Superman. La peli fue un fracaso de crítica y de taquilla, pero los amantes de esas pelis «tan cutres que son buenas» nos llevamos una joya.


Superman IV: En busca de la paz (Sidney J. Furie, 1987)

Y cuando parecía que nada podía ir a peor aparecieron Menahem Golan y Yoram Globus para clavar el último clavo en el ataúd de Superman. ¡Pero a lo grande, que se note el toque de la Cannon! No sé en que estarían pensando en la Warner cuando les dieron 36 millones de dólares a nuestros judíos favoritos para hacer Superman IV —sí, sí lo sé, pensaban en Cobra—, pero evidentemente esa pasta no fue a parar a la película. Menahem y Yoram se estaban cavando su propia tumba —de hecho, el 87 es el año de la debacle final de la Cannon— y decidieron emplear la mitad del presupuesto en tapar agujeros de su anterior y brillante gestión. En esta gestión brillante y ejemplar se incluyen cosas como Yo, el halcón, aquella peli de Stallone echando pulsos por todo el país que dirigió el propio Menahem y que costó 16 millones, de los cuales, 12 fueron para Stallone. A esto hay que sumar que la Cannon tenía cerca de 30 proyectos en marcha y ni un duro, así que desviaron fondos de lo que Warner adelantó en concepto de derechos de distribución y llegado el momento, no había dinero suficiente para Superman. Pero Menahem y Yoram iban a tirar de ingenio utilizando otra de sus triquiñuelas habituales: no pagar.

El equipo de efectos especiales fue el primero en descubrir los efectos de la «contabilidad creativa» de la Cannon. Tras explicarles que el presupuesto de 36 millones había pasado misteriosamente a 17 y la partida de efectos especiales ahora estaba en el bosillo de Stallone, el equipo de efectos especiales se marchó al completo, así que Menahem y Yoram contrataron a Harrison Ellenshaw para que hiciera unos efectos de andar por casa que fueran baratillos. Los efectos especiales de esta peli son tan cutres que el audicomentario de la película del guionista Mark Rosenthal comienza con esta frase: «Se puede decir que desde el comienzo de los títulos de crédito […] se ve que algo no va bien en Metrópolis». Y, efectivamente, los mismísimos créditos son testimonio suficiente de que los recursos destinados a efectos especiales debieron ser un telesketch y un bocata de chóped mordisqueado.

Luego hubo que recortar el metraje y dejarlo en 90 minutos, la peli más corta de toda la saga, porque no había pasta para más. Tal cual. Y la verdad, me sorprende que quisieran hacer algo serio y que no pusieran a Chuck Norris, Stallone o Van Damme a darse de hostias con Superman. Seguro que por la cabeza de Menahem pasaron cosas como Superman IV: Desaparecido en combate o Superman IV: El brazo fuerte de la ley o Superman IV: El ataque de los cyborgs karatekas. Al menos los primos judíos tenían claro que Superman necesitaba un rival de categoría y Lex Luthor crea a Nuclear Man, con escena bochornosa incluida, en la que manda «material genético» y un trozo de tela al sol. Y pregunta su sobrino, interpretado por Jon Cryer, que para qué manda un trozo de tela, y responde Luthor que el satélite ya se encarga de tejer el resto (¿!).

El resultado, o sea, Nuclear Man, es «buenísimo»: lleva un traje molón, se duerme si no le da el sol, su mejor arma son sus uñas perrofláuticas,… Si se hubiera llamado Radioactivo Man sería ya la polla.

El comentario de Rosenthal sobre Nuclear Man es: «¿Acaso no es la actuación más demencial que hayáis visto?».

Pero lo mejor de esta película, aparte de sus efectos especiales, y lo que la convierte en otra obra culmen del cine cutre son sus continuas incongruencias. Por ejemplo, en la escena en la que Nuclear Man se lleva a la nueva editora al espacio, la tía puede respirar, no se congela, las capas de Nuclear Man y Superman ondean al viento (¿!), Superman provoca un eclipse moviendo la luna y lo que más me gusta de todo, cuando Nuclear Man y Superman pelean en el espacio se nota cómo Nuclear Man apoya el pie en 2 ocasiones en un curioso suelo invisible que debía haber allí. Pero ya sabéis, siempre que ocurre algo así, lo hizo un mago.

A todo esto hay que sumar los nuevos poderes adquiridos por Superman, como el beso que te borra la memoria —ah, no, que esto ya lo usó Lester en la II— o el rayo reconstructor de murallas chinas —sí, esto es nuevo—.

Superman IV me gusta por cuantísimo me descojono con ella, pero que tuviera que ser la última peli de Reeve como Superman, es muy triste.


Superman Returns (Bryan Singer, 2006)

A lo largo de los años los diversos guionistas y escritores de comics han ido dándole tal cantidad de poderes a Superman que resulta ridículo. Es decir, lo han hecho tan poderoso que prácticamente no hay ninguna amenaza que pueda resultar creíble, y esto ha hecho que algunos guionistas le quiten poderes y que otros, como en el caso de Superman Returns, planteen conflictos a Superman más emocionales que físicos. Y es ahí donde me parece que Superman Returns da lo mejor de sí misma, ya que vemos a un Superman que es capaz de aterrizar un avión en un campo de béisbol pero es incapaz de formar una familia.

Dicho esto, Superman Returns me parece aburrida salvo en momentos puntuales y excesivamente —muy excesivamente— larga. La media hora final es tediosa, por no hablar de que vuelve a caer en el gran error del pasado: no proporcionarle a Superman un rival digno. Bryan Singer y Kevin Spacey hacen todo lo que pueden por ofrecer una imagen seria de Lex Luthor pero, en lo que parece ser un guiño a la trama de la primera película, Luthor diseña un plan «urbanístico» que resulta ridículo. Claro que, si ya era ridículo en la primera, no sé qué le hizo pensar a los guionistas que aquí funcionaría mejor.

Por si esto fuera poco, después de 2 horas y media de película, Superman no pelea con nadie. Ni siquiera un puñetazo. Y ese es el otro gran error de esta película: creer que para hacer una película emocional hay que eliminar la acción.

Para entender mejor cómo se llega a hacer una película así hay que saber quién es Jon Peters, productor de la película. Esto os lo va a explicar mejor Kevin Smith en el siguiente vídeo, que además tiene más gracia que yo. Son 20 minutos así que si tenéis prisa os dejo un resumen con lo más importante después.

Lo más importante, básicamente, es que Jon Peters no quiere el traje de Superman, ni tampoco quiere que Superman vuele, lo que quiere es que Superman pelee con una araña gigante en el tercer acto y que Brainiac luche con unos guardias de Superman en la Fortaleza de la Soledad (analizad las múltiples incoherencias de esta última frase) y con unos osos polares. Pero lo mejor de todo llega cuando, después de 20 minutos de Kal-El esto y Kal-El lo otro, pregunta: «¿Quién coño es Kal-El?». Es decir, que Superman Returns está producida por un tío que no tiene ni puta idea de Superman. Esto no quiere decir nada, ya que en el tercer acto no aparece una araña gigante, pero cuando un proyecto así surge de un tío así, es difícil que el resultado sea bueno. Y al final, le pese a quien le pese, esto se traduce en incongruencias como que Superman levante una isla de Kryptonita.

¿Por qué ese tono tan oscuro? ¿De qué color es la capa? ¿Es roja?

En definitiva, Superman Returns es una película con tantas cosas buenas como malas y no mejora lo que ya hizo Donner hace 20 años. Curiosamente lo que más me gusta de la película es todo lo que tiene un sabor original, lo que no huele a pasado. La pregunta que me viene a la cabeza es: «¿Era necesario gastarse 200 millones de dólares en una película que sigue el desarrollo argumental de Superman donde lo dejó la segunda parte de Lester, obviando la III, la IV y el montaje de Donner de la II, pero que en realidad es un remake encubierto en la I? ¿No hubiera sido mejor darle 200 millones a Singer o a quien fuera para que hiciera su propia película sobre Superman de principio a fin, una buena película de Superman, a su aire, sin guiños, sin Marlon Brando, sin un tío que se parece a Christopher Reeve pero que no es Christopher Reeve

Sé que esto va a doler a muchos pero Christopher Reeve no es Superman. Existe toda una generación para la que Superman no es Christopher Reeve sino George Reeves, y existe otra generación para la que Superman es Tom Welling, y tal vez otra para la que Superman es Brandon Routh. Por edad, para mí Superman es y será siempre Christopher Reeve, pero ya tengo sus películas y las puedo disfrutar todas las veces que quiera. Ese es su legado. Ahora quiero ver algo que no se haya hecho. Quiero ver un Superman nuevo. Superman Returns no es lo que quiero ver.

Para finalizar, os recomendaré que veáis el documental Look, up in the sky! The amazing story of Superman, que repasa la historia de Superman desde sus comienzos hasta la actualidad a lo largo de 2 horas apasionantes. Fin.

21 comentarios:

  1. jaja lo hizo un mago. No has hablado nada del paquete de Brandon Routh, al que castraron digitalmente para la peli. Muy mal. El superman que viene es el que está más bueno de todos. Qué "valientes" los que visteis Superman Returns. Si a los 10 minutos te duermes!! Entonces para cuando Supergirl???¿¿¿

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    1. La verdad es que no sabía lo del paquete de Brandon Routh, pero podría haber vivido sin saberlo. Y en cuanto al nuevo Superman... tú sabrás. A mí lo que más cachondo me pone de la historia de Superman es Laura Vandervoort como Supergirl en Smallville. Si esta tía realmente fuera Supergirl te garantizo que habría mucha más delincuencia.

      En Superman Returns, el comienzo original era una escena de 6 minutos del viaje de vuelta de Superman a la Tierra en el que no pasaba nada. Costó 10 millones de dólares la escena y al final la quitaron para que no fuera el coñazo del siglo.

      Supergirl, Supergirl. Si me da tiempo, igual este finde. O igual no. Ja, ja. Ya veré.

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  2. Superman III: Lester dirigió estupendas comedias como Golfus de Roma, pero está claro que esto no era lo suyo. Por desgracia era amiguete de Salkind, para el que había dirigido las pelis de los mosqueteros, y supongo que no se dieron cuenta que lo que funcionaba de la 2 eran las partes que dirigió Donner.

    Superman IV: Reeve aceptó hacer esta película para que le diesen luz verde a un proyecto personal suyo (Street Smart, creo), le importaba tres pimientos la película. Igual que a todos los implicados. De todos modos, admito que dentro de la exquisita oeuvre de Golan-Globus está bastante bien, por los motivos que tú cuentas.

    Superman Returns: hay que indicar que el video hace referencia a como estaba el proyecto a principios de los 90, cuando más tarde se encargó brevemente Tim Burton y luego desapareció. Esta película me gusta y no me gusta, si se puede entender. Estoy de acuerdo en que Bryan Singer fue demasiado devoto de los films de Richard Donner (hasta fue a consultarle para el guion) y planteó Returns como una continuación de la segunda parte de Donner cuando debería haber hecho eso que está tan de moda ahora: un reboot. Tras el film el propio Singer se dio cuenta de los fallos que había cometido e intentó corregirlos en su proyectada secuela con mucha más acción antes de ser apartado de la franquicia.

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    1. Lester tiene buenas comedias que parece que sólo le doy de hostias. Las que comentas me gustaron y también !Qué noche la de aquel día!, pero está claro que no entendió el personaje de Superman.

      En cuanto a Superman IV, no sé cuánto se implicó pero yo diría que más de lo que parece ya que insistió en que el guion se basara en una idea suya y que le dejaran dirigir la segunda unidad, aunque no sé si algo de esto se consumó. Lo que si le financiaron fue el proyecto de Street Smart, que aquí se llamó el reportero de la calle 42 y que hace años que no veo pero la recuerdo de lo mejor de la Cannon junto con Runaway train, aquella peli de Konchalovsky con John Voight, Eric Roberts y Rebecca de Mornay.

      Al que seguro que le importaba una mierda, como buen mercenario que es, es a Gene Hackman, que ese sólo firmó por dinero. Aunque como casi todos, como bien dices.

      En cuanto a Superman Returns, lo cierto es que la película tiene cosas que están bien, incluso muy bien. Pero tiene tantos errores... Además, es que son errores que ya se cometieron, y que tengan que pasar 20 años para que hagan una película nueva y vuelvan a cometer los mismos errores, resulta absurdo. El regusto que me deja Superman Returns es el de oportunidad perdida.

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    2. Runaway train es muy buena, hace tiempo que no la veo.

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  3. Prefiero leer la entrada de Supermán, que pinta cojonudamente, cuando esté completamente cerrada ;-P :-D Un saludo, Einer. Ya te diré cuando lo lea en el último post que coloques.

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    1. Este es último, Javi, aunque quizás hable de la peli Supergirl. Puedes leer con total tranquilidad, pero prepárate la merienda primero que ha quedado un poco largo. ;D

      Un saludo.

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  4. Me he acordado del título que tenía la secuela en la época de Peters y Burton: Superman Lives.

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    1. Ahora que lo pienso, me gustaría ver una peli de Superman con Brainiac como enemigo, escrita y dirigida por Kevin Smith. Y con una araña gigante. Ja, ja. No, eso no.

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  5. En su día no vi la IV, de niño era yonki (hasta la 3) pero la IV ya me pilló pasadito, la ví hace poco y madre mía que despropósito...

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    1. Dígalo todo, doctor: qué divertidísimo despropósito...

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  6. Muy buen post. Superman-3 merece la pena aunque sólo sea por la escena impagable de ver al superhéroe emborrachándose con Johnnie Walker y arrojando cacahuetes al cristal de un bar hasta hacerlo añicos. Puro desmadre lesteriano. Saludos. Borgo.

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    1. Joder, es que esa escena vale su peso en oro. Es una de esas pelis que cada escena piensas: «No puede ser». Pero sí, sí que puede.

      Un saludo.

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  7. Pues aún sin merienda me lo he pasado de rechupete leyéndote ;-)
    Me resultan muy entrañables y entretenidos los Supermán protagonizados por el malogrado Christopher Reeve. La que más me gusta es la primera.
    Pues es cierto lo que dice Karradine en Kill Bill II. El alter ego de Supermán es opuesto al de los demás superhéroes.
    Creo que el malo de la primera, Luthor, aparentemente no es un rival para Supermán. Se caricaturiza para darle humor a la peli, pero es un buen hijo de puta, y bastante inteligente. No lucha de tú a tú contra Supermán, lo hace con trampas y juego sucio… eso sí, siempre en un tono ridículo por el sentido del humor que se pretende dar.
    Los efectos sí que son cutres; la que comentas del hombre (Súper :-D) corriendo al lado del tren es una coña. No obstante no deja de tener su gracia y recuerda otras épocas del cine fantástico en las que se veía lo aparatoso de los efectos.

    Pues creo que de la versión 2 vi la de Lester. Creo que intentaré conseguir el montaje de Donner para ver esos resultados tan diferentes. Seguro que está bien.

    Pues yo también guardo un gran recuerdo de la tercera de Lester. Tu comentario de la peli me hizo descojonar, Einer :-D La echo tanto de menos (parece que hablo de una mujer) que volveré a ella jeje

    De la cuatro no recuerdo. De hecho no sé si la vi o no. Creo que sí, pero tampoco estoy seguro.

    De la de Singer decir que sobraba a mi modo de ver, y más no aportándole absolutamente nada al personaje. Además: a penas entretiene. No sé si ganaron mucho dinero en taqulla (200 millones es mucho dinero para recuperar), pero si no fuera así sobraba.

    Un saludo, Einer. Me ha gustado el doble post. De hecho me han dado ganas de meterme un maratón Supermán, de dos días, pero sólo de las de Reeve.

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    1. Hay una cosa del Luthor de Hackman que sí me gusta y que creo que, por ejemplo, Kevin Spacey no supo o no le dejaron reflejarlo en Superman Returns; me refiero a esa ironía que está presente en todo lo que dice. De hecho, la interpretación de Hackman de Luthor me gusta mucho, es el guion un tanto infantil lo que no me convence.

      El montaje de Donner de la II es altamente recomendable. No lo dudes.

      La III y la IV son un descojone de campeonato.

      Superman Returns la cifran en 270 millones de dólares de presupuesto en Box Office Mojo, con una recaudación mundial de 391. No fue un éxito precisamente.

      Échate ese maratón y cuentanoslo. Un saludo.

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  8. Hace poco estuve viendo un documental sobre el pueblo de Superman en Estados Unidos donde tienen una estatua del súper héroe y todo está referido a Super Man. Incluso hay quien se viste de superman para ir al supermercado. Yo me quedo con la primera parte de Superman, la original y no paso de ahí. Abrazos.

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    1. Yo me visto de Superman para ir al supermercado. Es toda una experiencia hacer cola en la charcutería con los gayumbos por fuera.

      Deberías probar a ver el resto de la saga. Vale la pena.

      Un abrazo.

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  9. Muy bueno, bastante extenso, pero como tiene su gracia me he entretenido leyendo la segunda parte. Me ha encantado el humor con el que lo has redactado, pero imposible no hacerlo, ¿verdad? Aunque uno no quiera tomarselo a risa...
    "¿Un telesketch y un bocata de choped mordisqueado?", ¡cuantos recursos!, no me extraña nada el resultado.
    Completamente de acuerdo con que a Superman Returns (tediosa) le sobran como veinte minutos, muy gris y sin chispa. Yo también pensé en la incongruencia de que levantase la isla de Kriptonita, un fallo de los gordos... y hablando de fallos ha sido un punto lo de Jon Peters "¿quién coño es Kal-El?" Estaba al tanto del producto que quería vender, sin su traje, sin que vuele, ¡si es lo mejor que tiene, jaja!
    No sé que pasa con el cine de ahora pero no tiene nada que ver con el espectaculo y entretenimiento de antes.
    Me sigo quedando con el Superman de 1978.
    :D

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    1. El día que escriba un tochaco como este sin meter ningún chiste pondré mi dirección al final para que podáis lincharme a voluntad.

      Con Superman Returns, al final yo no paraba de preguntarme: «¿Pero por qué no se acaba?». Es un coñazo el final.

      Ay, Jon Peters... ¿Qué sería del cine sin genios como él? No quiero ni imaginármelo, obra maestra tras obra maestra... Sería un coñazo. Como amante del cine cutre adoro a este tipo de gente.

      El cine de hoy en día también tiene sus cosas buenas como... Superman Returns. No, en serio, también hay cosas buenas. Ja ja.

      Un saludo.

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  10. Como fan absoluto del "Superman" de Donner lo que hicieron con el personaje en la 3ª y 4ª no tiene nombre, creo que es imposible caer más bajo con el personaje. Cuando ves "Superman III" dices, es imposible hacer nada peor que esto y va y te topas con "Superman IV", que infinitamente peor.

    De ambas mierdas para mi sólo se salva la escena de Superman vs. Superman evil, que es bastante mítica.

    PD: Buen post!

    Saludos.

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    1. Ja, ja, ja. Me parto. Es que es la reacción lógica: después de la III piensas que es insuperable y luego ves la IV y ya te cagas en todo.

      La escena que comentas podría haber quedado muy bien si el tono de la película fuera otro y la historia no fuera un despropósito, pero oye, siempre nos quedaran las de Donner.

      Un saludo.

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