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Vida y muerte del coronel Blimp (1943)

Vida y muerte del coronel Blimp (1943) Tít. orig.: Life and death of Colonel Blimp Dir.: Michael Powell y Emeric Pressburger Gui.: Michael Powell y Emeric Pressburger Int.: Roger Livesey, Deborah Kerr, Anton Walbrook Dur.: 163 min.

En 1943, con Europa asolada por la guerra y el avance del nazismo, Michael Powell y Emeric Pressburger estrenaron Vida y muerte del coronel Blimp, una película que recibió durísimas críticas porque buena parte del argumento se centra en la amistad entre un oficial inglés y otro alemán. Y para colmo de males, el alemán es un tipo agradable, profundamente antinazi y en algunos aspectos, más sensato que su colega inglés. Como imaginareis, no es la idea que se proyectaba en Inglaterra de los alemanes, y Winston Churchill, que tenía una idea más propagandística sobre lo que debía ser el cine en aquellos años, saboteó la película todo lo que pudo. Pero a pesar de sus esfuerzos, la película se estrenó para que los críticos pudieran despedazarla.

Una de las críticas que más me gustan es la de Caroline Alice Lejeune, la crítica del Observer en aquellos años, que se preguntaba sobre la película, irónica ella: «¿De qué va esto realmente?» Ciertamente, es difícil identificar una trama central que destaque sobre el resto, pero eso es precisamente lo que convierte a esta película en una obra maestra. Y es que, puede parecer que no va de nada, pero en realidad, va de todo, es decir, del amor, la amistad, el ser fiel a los valores propios, el paso del tiempo,… de la vida, en definitiva.

Roger Livesey interpretando al coronel Wynne-Candy de joven.

Vida y muerte del coronel Blimp está contada en un gran flashback estructurado en tres bloques en el que el coronel Clive Wynne-Candy hace memoria de los 40 últimos años de su vida. Tras una escena inicial que sólo alcanzaremos a entender al final de la película, nos trasladamos a la juventud de Candy, donde veremos que es un impulsivo y valiente soldado que acaba de volver de luchar en Sudáfrica en el conflicto de los Boers. Este carácter impulsivo propio de la edad, hará que provoque un incidente diplomático a golpe de cerveza que terminará en un duelo con el que acabará siendo su buen amigo Theo Kretschmar-Schuldorff. Y aquí asistiremos también al comienzo del triángulo amoroso en el que Deborah Kerr, muy acertadamente, interpreta tres papeles a lo largo de esos 40 años.

Anton Walbrook y Deborah Kerr.

Después de esto nos trasladamos a la Primera Guerra Mundial, donde se tocará el tema que más me gusta del film: la fidelidad de Candy a sus valores y su insistencia en comportarse con caballerosidad en el campo de batalla, algo que ya al final de la película Theo le reprochará, tratando de hacerle entender que para vencer al nazismo hay que jugar sucio, igual que ellos.

Deborah Kerr en otro de sus personajes, la guapa Johnny Cannon.

Finalmente, Theo, un hombre que ha luchado por Alemania en la Primera Guerra Mundial, que ha perdido y ha visto cómo su país era destruido, huirá del nazismo abandonando a sus propios hijos, miembros ahora del partido nazi.

Y en una sobria escena final, asistiremos a la demostración final de la fidelidad de un hombre a sus valores cuando Candy, ahora ya viejo y cansado, sea incapaz de asumir la desfachatez de que el enemigo pueda atacar a una hora diferente a la fijada.

Y en definitiva, después de más de dos horas y media, lo que hemos visto es cómo cambia un hombre en 40 años en algunos aspectos y cómo permanece inmutable en otros.

La película cuenta con unos originales créditos para los que se confeccionó el tapiz que veis en la imagen.

La película hace gala de una devoción al carácter y los modales británicos que en cualquier caso no afecta lo más mínimo al resultado final, ya que, en cierto modo, es una obra que necesita de ese carácter británico para ser entendida. Powell y Pressburger dirigen con gran elegancia, tanto en los movimientos de cámara (buenísimos travellings) como en el uso de las elipsis, algo nada raro, ya que son dos absolutos genios. Personalmente prefiero películas posteriores de este dúo como Narciso negro (1947) o Las zapatillas rojas (The red shoes, 1948), sin embargo, Emeric Pressburger consideraba El coronel Blimp su mejor obra al lado de Powell.

La idea de rodar este film surgió de una frase pronunciada en una escena eliminada de la anterior película de Powell y Pressburger, One of our aircraft is missing (1942). La frase era «No sabes lo que es ser viejo». A pesar de no incluirla en el montaje final pensaron que merecía una reflexión más profunda y elaboraron el guion de El coronel Blimp. Erróneamente se suele creer que la idea del film surgió de la tira cómica que dibujaba David Low titulada también El coronel Blimp, que caricaturizaba a los altos mandos del ejército británico como viejos, gordos, con bigote e ideas antiguas, pero realmente sólo tomaron el nombre y alguna característica visual.

Como el estreno de la obra fue tan complicado y desastroso, la película fue remontada de manera lineal, eliminando los flashbacks y recortando metraje para su estreno en USA. En la izquierda podéis ver el póster de este remontaje, y el cambio del título por el más comercial «Las aventuras del coronel Blimp». Afortunadamente hoy en día podemos disfrutar de esta obra maestra como la concibieron sus creadores.

8 comentarios:

  1. Muy interesante, sabotajes, recortes, reediciones y mira, sobrevivió a todo como quien dice. Esta película me suena mucho, haré memoria en mi archivo interno. No entiendo esa manía de mutilar al cine, le quita la esencia a las películas, a como realmente las concibieron que es como tienen sentido. (aunque a veces quitarle paja es hacerles un favor, jaja)
    Ya me imagino al señor Churchill pensando, "¿pero como van a ser los alemanes simpáticos y buena gente, y además sensatos?" No es una visión que uno quiera del enemigo.
    Saludos
    ;)

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    1. El bueno de Churchill primero impidió que Laurence Olivier fuera licenciado del ejército para que no pudiera interpretar a Candy, ya que fue la primera opción, y luego prohibió que tuvieran acceso a todo tipo de material militar. En fin, hay quien dice que Churchill vio en el guion una parodia de sí mismo, ya que el también luchó en el conflicto de los Boers y que eso es lo que le jodió. A saber. Encima tenía una visión muy patriótica y propagandística del cine en época de guerra y un alemán majete... como que no.

      Yo tampoco entiendo esa obsesión por alterar las obras originales.

      Un saludo.

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  2. Me gustó sobre todo la primera parte, los preparativos del duelo que llegado el momento Powell lo esquiva con una elegante elipsis. Para mí la primera mitad es mucho mejor. Saludos. Borgo.

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    1. Sí, la primera parte es genial. El conflicto cervecero, el duelo, el hospital,... Y luego el final me gusta bastante también, sobre todo con el papel de Johnny Cannon. La parte central es la más floja de las 3 aunque el interrogatorio a los soldados alemanes me llegó al alma, ja ja.

      Un saludo.

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  3. Cualquier cosa que huela a Powell y Pressburger me vuelve loco, Blimp, junto con A matter of life and death son mis peliculas favoritas, por citar dos, porque como te digo, me gusta todo lo que han hecho, incluso eso que se dice de "películas menores". Blimp es una película ligada a mi vida cinematográfica, como otras tantas, y le tengo un cariño especial.

    Un saludo.
    Roy

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    1. A matter of life and death no la he visto, pero la verdad es que todo lo que he visto de Powell y Pressburger me ha gustado mucho. Son dos genios que extrañamente tienen menos reconocimiento del que deberían.

      Un saludo.

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  4. Es cierto que habla de cosas importantes, pero no sé por qué es de lo que menos me convence de los realizadores de esa obra de arte que es Las zapatillas rojas o de esa otra peli de terror, bastante angustiosa, El fotógrafo del pánico. Para mi gusto el tono ligero, casi de comedia, no le va mucho. De todas formas su realización es excelente desde lo puramente cinematográfico. Ritmo, estilo, narración, diálogos, puesta en escena, todo. Una pena ese tono utilizado. Si me tuviese que arriesgar creo que como drama, sin concesiones, hubiese quedado redonda.
    En esta peli se generaliza el modo de ser del pueblo alemán y del británico. Aunque las generalizaciones y los tópico no suelen ser aconsejables, en este caso hay algo de verdad en lo que se dice; que los alemanes son unos románticos, orgullosos, profundos en sus convicciones y patrióticos por encima de casi todo, y que los británicos son a veces como unos niños que se toman la guerra como un juego, eso sí, con sus nobles reglas como bandera. En eso puede que sean unos ingenuos, y más cuando hay una guerra en la que cualquier actitud o acción podría valer, aunque fuese la más despiadada.

    Un saludo, Einer. Buena revisión.

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    1. A mí, sin embargo, sí que me gusta el tono cómico que tiene, porque, en la parte del principio, creo que enfatiza el carácter juvenil y alocado de Candy, y en la parte del final, creo que lo vuelve a hacer pero sobre el muchacho que dirige el ataque a una hora diferente, y ayuda a que Candy se dé cuenta de que hubo un tiempo en que él fue igual.

      En cuanto a lo que comentas de la realización, ahí sí que no hay dudas, eran unos genios y se nota. Yo también prefiero otras obras de ellos.

      Un saludo, Javi.

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