Videodrome (1983)



Videodrome (1983) Tít. orig.: Videodrome Dir.: David Cronenberg Gui.: David Cronenberg Mús.: Howard Shore Int.: James Woods, Sonja Smits, Deborah Harry Dur.: 88 min.

El viernes fui al cine a ver Videodrome, una película que me encanta, y en cierto modo salí decepcionado. No es que no me gustara pero la recordaba mucho mejor. Desgraciadamente es un una película a la que los años le pesan como una losa y, aunque algunos efectos siguen siendo impactantes, otros rozan el ridículo.

Otra cosa que no me gustó esta vez de Videodrome es que creo que por primera vez la he entendido y el mensaje me ha parecido demasiado simple. De hecho, creo que Videodrome oculta tras una máscara de efectismo una tremenda simplicidad. Lo que se nos plantea es si la violencia y el sexo que se emiten en televisión nos afectan. Ya está. ¡Joder, pero si hasta hay un debate en la película sobre el tema! Creo que de tan evidente que era, me liaba buscando una explicación a las rarezas de la peli. Luego está todo el rollo del alter ego televisivo y la idea que presenta el profesor O’Blivion (Jack Creley) de que la televisión es más real que la realidad, cosa que me parece una chorrada y que no comparto en absoluto.

Hay también una crítica velada a la censura, cosa que sí comparto, pero que no queda nada clara en el film. De hecho, es tan velada que si no conoces los antecedentes de Cronenberg y las situaciones que vivió en sus anteriores películas ni te das cuenta, lo que, a efectos prácticos, es como si no estuviera.

Pero no van a ser todo pegas, ¿no? Como digo la peli me encanta y es por algo. Primero está el espectacular comienzo, hasta la parte en la que se descubre que detrás de Videodrome hay algo más, ya que toda esa parte que explora el tema del snuff es fascinante (algo que también se plantea en el film: ¿Por qué nos gusta tanto la violencia, lo prohibido?), pero luego comienzan las alucinaciones de Woods y el film decae un poco, no porque esta parte sea floja sino porque el tema del snuff es más apasionante, tal y como plantea la película.

Las alucinaciones de Max Renn, el personaje que interpreta de manera magistral James Woods, las recordaba excepcionales y no lo son tanto. Escenas como la mano que sale del televisor o la fusión entre la mano de Renn y la pistola me siguen impactando pero hay otras que literalmente provocaron las risas de la sala, y no era para menos.

De todas formas, esta parte de la película sigue teniendo imágenes poderosas y además tiene el interés de resolver las preguntas que nos plantea Cronenberg: ¿Lo que vive Max es real o es fruto de su mente? Las alucinaciones que experimenta Max, son tan reales para él como el mundo que nosotros percibimos, sin embargo, no creo que todo lo que vive Max sean alucinaciones. Ahora voy a daros mi interpretación de esta parte del film con sus correspondientes y no señalizados spoilers (sí, soy así de cabrón), así que si no has visto la peli estás pisando terreno minado.

Después de que Max vea Videodrome comienza a experimentar cosas extrañas. Esto no lo he aclarado pero toda la explicación de que Videodrome es real, de que controla la mente, la explicación de quién lo ha creado y por qué, lo considero totalmente real (es que si no, la película perdería todo su significado ya que la única explicación posible sería un trastorno mental de Max no provocado por Videodrome, lo cual haría que muchas cosas que se ven en la película no tuvieran sentido).

Bien, aclarado esto, una vez visto Videodrome creo que Max es programado para matar a sus socios del canal 83 y aunque la paranoia que se ve en el canal y el cómo percibe él su mano fusionada con el arma o la vagina que le sale en el vientre (sí, amigos es una vagina) están sólo en su cabeza, está claro que a sus socios los mata de verdad. Luego no todo es alucinación ni todo es realidad. Después de este asesinato creo que su mente busca a Bianca O’Blivion (Sonja Smits) y a Nicki Brand (Deborah Harry) a modo de cura, una especie de catarsis que le permita volver a su estado anterior, primero revelándose contra los que le han hecho eso y después acabando con la vieja carne para vivir en la nueva carne. Igual que en el canal 83, Max está en un estado alterado pero los asesinatos que comete son reales. ¿Es Max capaz de reconocer esa diferencia? Yo creo que no.

Videodrome me sigue pareciendo una película buenísima, pero creo que se disfruta mucho más la primera vez que la ves. Es tan abrumadora, contiene tantos detalles, que es imposible captar su significado con un visionado. Tal vez ni en varios. Pero a medida que vas descifrándola y comprendiéndola, resulta menos impactante.

¡Muerte a Videodrome! ¡Larga vida a la nueva carne!