Solos con nuestro tío (1989)

Solos con nuestro tío (1989) Tít. orig.: Uncle Buck Dir.: John Hughes Gui.: John Hughes Int.: John Candy, Macaulay Culkin, Jean Luoisa Kelly, Gaby Hoffmann Dur.: 100 min.

Leyendo una entrada de Kinski el otro día en su blog me dieron ganas de ver esta película que hacía años que no veía, y de verdad, deberías aprovechar el veranito para revisarla porque es tan graciosa como la recordaba. La película se apoya completamente en John Candy y funciona precisamente porque Candy es un cachondo.

La historia es que unos padres tienen que hacer un viaje y no tienen con quien dejar a los niños. Una cosa está clara: el tío Buck (John Candy) no es una opción. Bebe, apuesta, no tiene trabajo,... ¿Cómo va a cuidar de dos criaturitas indefensas y una adolescente rebelde? Pero el caso es que no hay otra opción y al final, y sin dar por culo con una introducción de tres horas, se quedan con el irresponsable del tío Buck, que contra todo pronóstico, demuestra que la escuela de la vida le ha enseñado muchas cosas que le serviran para arreglárselas la mar de bien.

John Hughes, maestro de la comedia ochentera, dirige está cinta donde encontramos a la idílica familia americana, encabeza por esos entregados padres demasiado ocupados triunfando en la vida como para molestarse en prepararle la cena a sus hijos, y que realmente es un ejemplo de incomunicación y de desconexión familiar, y frente a ellos, tenemos al tío Buck, un tipo que puede que sea un capullo pero que al menos sabe escuchar a los chavales, conecta con ellos y no los trata como gilipollas. La peli tiene la carga justa de ñoñería y de mensajitos pro defensa de los valores familiares más tradicionales habituales del cine de Hughes, pero, aunque me duela decirlo, no llega al nivel de otras de sus producciones como Solo en casa o El club de los cinco.

Aun así, el orondo tío Buck nos deleitará con escenas memorables como esa en la que prepara unas tortitas gigantes para desayunar o esa otra en la que se presenta en una fiesta de instituto y entra en el cuarto del noviete de su sobrina con un taladro. Mirad la siguiente foto: ¡Así se hacen unas tortitas, coño, con una pala de nieve y un puchero de guerra!

Esta cinta podríamos denominarla Candyexploitation, que es una palabra muy chula que me acabo de inventar y que engloba todo un género representado sólo por esta peli. El mejor recuerdo que nos ha dejado este genio de la comedia (me refiero a Candy) y que para una tarde de verano, con este calor horroroso, se disfruta de lo lindo. Al año siguiente, nos llegaría Solo en casa, donde Macaulay Culkin sería el protagonista y Candy un mero secundario, justo al contrario que en esta.