Primer aniversario de Almas Sucias

Hoy es el primer aniversario del blog. ¡Quién me lo hubiera dicho al empezar! Mi primer post no fue especialmente original, un simple hola al cyberespacio. Quizás un “aquí estoy y no tengo ni idea de adónde voy” hubiera sido más sincero porque la verdad es que no sabía exactamente qué estaba haciendo. Lo único que tenía claro es que me gustaba el cine y que quería compartir está afición con alguien, así que un blog parecía una buena idea.

En este año, han pasado muchas cosas en mi vida, la principal que me he incorporado al mercado laboral. Cuando empecé el blog llevaba unos meses en paro y sin muchas esperanzas de encontrar nada (me resulta muy deprimente no sentirme útil) y el mucho tiempo libre que tenía se tradujo en este blog. Tras unos meses más en paro en los que Almas Sucias fue tomando forma, encontré trabajo y eso hizo que tuviera mucho menos tiempo para el blog.

Una de las cosas a las que prácticamente he renunciado es a comentar en otros sitios. Me he convertido en lo que el compañero David llama un lector silencioso. Supongo que habrá gente que habrá notado que ya no comento o lo hago mucho menos y otros a los que he conocido más tarde ni siquiera sabrán que hubo un tiempo en el que comentaba, pero sabed que sigo leyéndoos; eso es algo a lo que no pienso renunciar aunque me falte tiempo o llegue un día en que decida poner fin a este blog.

La falta de tiempo y el hecho de que lo que nació como un hobby se convirtiera casi en una obligación, hizo que en algunos momentos realmente pensara en dejarlo, pero lo cierto es que le he cogido cariño a este pequeño rincón de internet y con el tiempo he aprendido a compaginarlo con el trabajo. Ha sido una experiencia enriquecedora en la que he aprendido mucho de gente que sabe muchísimo más que yo y, por supuesto, he conocido a gente (aunque no he podido ponerles cara) a los que he empezado a apreciar. Como nunca he sido muy dado a usar internet para chatear ni frecuento sitios como Facebook o Tuenti (me resultan muy aburridos) no me había dado cuenta de que detrás de cada pantalla hay una persona que tiene mucho que decir.

En fin, sólo añadiré que sin el resto de blogueros esto no tendría ningún sentido. Si alguien pretende crear el mejor blog de algo, sepa que no podrá, porque la blogosfera entera, el conjunto de todos los blogs, es el blog perfecto. Un trabajo que ninguna persona podría hacer por sí sola.

Si me lo permitís (sé que me estoy alargando un poco) me gustaría contar de dónde surgió el nombre del blog ya que el nombre viene de la película Sólo en casa (Mi pobre angelito en Hispanoamérica). Claro, alguno dirá que el blog no se llama Solo en casa sino Almas sucias. Cierto. Todo a su tiempo…

No voy a extenderme en contar de qué va Solo en casa porque supongo que a estas alturas todo el mundo la habrá visto ya. Si queda algún alma de Dios que aún no ha visto esta película, que sepa que está viviendo en pecado mortal.

La primera vez que vi Solo en casa tendría yo unos ocho o nueve años y había venido un primo de Portugal que tendría once o doce años a pasar el verano y a mi madre se le ocurrió que estaría bien ver esta peli. Pusimos el VHS y recuerdo que pensé que iba a ser una tontería ver una peli si mi primo no hablaba español. Craso error. Mi primo acabó tan emocionado que cuando terminó la peli dijo entre risas: “Otra vez”, así que otra vez la vimos. Es más, se jodió un poco la cinta de tanto rebobinar para volver a ver la escena en la que Macaulay Culkin le salta el diente de oro a Joe Pesci con el cubo de pintura. Si es que, el lenguaje cinematográfico no entiende de idiomas, y menos si hay tortas de por medio.

Después de eso he visto la peli unas cuantas veces más y siempre me ha fascinado la misma escena: Kevin se prepara un helado gigante y mete una cinta en el vídeo que habitualmente no le dejan ver. La película que pone es de cine negro y tiene un diálogo buenísimo que luego Kevin utiliza para no tener que abrir la puerta al pizzero. Lo mejor era el final: “Quédate con el cambio, sabandija asquerosa”.

Durante mucho tiempo me pregunté cómo había hecho el guionista para encontrar una peli que cuadrara con el diálogo que había escrito. ¡Ay, qué ingenuo era! Algún tiempo después descubrí que el guionista no había buscado entre toda su videoteca sino que habían rodado la escena expresamente para la peli. O sea, ¡que la peli no existía! Si hubieran sido otros tiempos quizás Robert Rodríguez hubiera hecho un largometraje de esa escena al estilo Machete, pero, mi gozo en un pozo, a nadie se le ocurrió hacerlo, así que cuando quiero ver la mejor película de cine negro que jamás se hizo me pongo Solo en casa y veo Ángeles con almas sucias (Angels with filthy souls). Me hubiera gustado colgaros la escena para que la vierais pero la Fox no entiende de aniversarios y me la han borrado. Peor para ellos.

En la segunda parte incluyeron otra escena que ya no tenía la misma gracia ni la misma fuerza. Lo único gracioso es que era una escena de la secuela de la anterior, Angeles con almas aún más sucias (Angels with even filthier souls).

En fin, no sé qué será del blog ni si llegaré a un segundo aniversario pero os invito a que lo descubráis conmigo (si queréis).

Gracias a todos los que leéis este blog.