Especial Halloween: Películas malditas

En esta noche tan terrorífica vamos a hacer un pequeño repaso por las películas más conflictivas de la historia del cine. Películas que han vivido sucesos terroríficos durante sus rodajes, que han visto cómo los miembros del equipo fallecían víctimas de extraños accidentes y que han pasado a la historia como Películas Malditas. Además me he permitido ponerles nota al estilo John Cusack en 1408. ¿Adivináis quién se llevará las ansiadas 10 calaveras en la escala del terror?

El conquistador de Mongolia (1956)

En esta película, John Wayne encarnaba al conquistador mongol Genghis Khan. En lugar de viajar a rodar a Mongolia (que es muy caro) los productores decidieron que el sur de Nevada daba muy bien el pego. Al final se decantaron por Utah, a unos 200 km. de una zona que el gobierno americano utilizó para realizar pruebas nucleares. Al contrario de lo que se cree, los productores y el director conocían estas pruebas pero el gobierno insistió en que la radiación residual –en caso de haberla– no era peligrosa para el ser humano. Pues debe ser que era más peligrosa de lo que creían porque los muertos por cáncer se sucedieron en los años siguientes.

El primero en morir de cáncer fue el director, Dick Powell en el 63. Ese mismo año Pedro Armendáriz se suicidó al saber que tenía un cáncer linfático terminal. Los siguientes en morir fueron Susan Hayward, Agnes Moorehead y John Wayne en los 70, también de cáncer. En 1981, de las 220 personas que habían trabajado en el film, 91 habían desarrollado algún tipo de cáncer y 46 habían muerto de esta enfermedad. Los hijos de algunos actores (entre ellos los hijos de Wayne y Hayworth) que acompañaron a sus padres al rodaje, años después contrajeron cáncer también.

Una pena, pero no veo yo aquí maldición ninguna. Como mucho negligencia. En la escala del terror le doy 5 calaveras, más que nada porque hay mucho muerto.

La semilla del diablo (1968)

Si se te ocurre hacer una película sobre el diablo… date por jodido. Esa es la conclusión que nos enseña la historia pero Polanski no podía saberlo en el 68 y se le ocurrió documentarse muy a fondo para su nueva película. Al polaco no se le ocurrió otra cosa que hablar con Anton LaVey, fundador de la Iglesia de Satán y conocido como el Papa Negro. Cuando esto se supo a Roman Polanski le llovieron las amenazas, pues muchos creyeron que iba a revelar los secretos del satanismo y algunos fanáticos afirmaron que pagaría con sangre. Pero Polanski se mostró imperturbable y decidió seguir adelante con la película eligiendo un edificio muy adecuado para rodar los exteriores: el edificio Dakota de Nueva York, residencia, entre otros, de Aleister Crowley, ocultista, místico y mago negro. Con todos estos ingredientes, se mascaba la tragedia. El 8 de agosto de 1969, Charles Watson, Patricia Krenwinkel, Susan Atkins y Linda Kasabian, miembros de “La familia” (secta creada por Charles Manson) entraron en la residencia de Polanski y asesinaron a su mujer Sharon Tate embarazada de ocho meses, cortándole los pechos, apuñalándola 16 veces y dejándola morir desangrada. Sus invitados fueron también asesinados y con su sangre pintaron en las paredes Pig (Cerdo) y Helter Skelter (Una canción de los Beatles que según Charles Manson contenía un mensaje apocalíptico).

Una historia impresionante pero… hay más: John Lennon y su obsesión por el número 9. Lennon creía que el 9 era su número de la suerte y que le perseguía pero tal vez no le trajo tanta suerte. Nació el 9 de octubre en Liverpool (9 letras), conoció a Yoko Ono un 9 de noviembre, su hijo nació también un 9 de octubre y fue asesinado a las 10:50 de la noche del 8 de diciembre de 1980 en la puerta del edificio Dakota. A esa hora, ya era 9 de diciembre en Liverpool.

Esta es la historia que más me mola. En la escala del terror le iba a dar 10 calaveras pero... que sean 9.

El exorcista (1973)

El exorcista ha sido siempre la reina de las películas malditas y lo cierto es que la historia tiene miga, pero no es menos cierto que lo que en principio iban a ser 85 días de rodaje se alargaron a 224, y en ese tiempo, pasan muchas cosas.

Primer problema: Ellen Burstyn, actriz que interpreta a la madre de Regan, se niega a decir la frase “Creo en el diablo”. Los productores ceden, no pueden perder más tiempo. Después de que Anne Bancroft rechazara el papel por estar embarazada, sólo quedaba Burstyn, así que hubo que tragar. Hizo bien Anne Bancroft en rechazar el papel porque Ellen Burstyn se llevó un golpe en el coxis al ser proyectada demasiado fuerte con un arnés que tenía que elevarla en el aire y que le causó una lesión crónica en la columna. El grito que dio se puede escuchar en la película.

Luego está el tema de la gente que murió durante el rodaje. Supongo que nunca llegaremos a saber con exactitud cuanta gente relacionada de una u otra manera con el rodaje falleció pero lo cierto es que fueron varios. El primer día de rodaje fallecieron tres personas: el abuelo de Linda Blair, el hermano de Max von Sydow y el hijo recién nacido de un camarógrafo. Poco después, en el incendio de unos decorados durante el rodaje en Irak murieron tres personas más; después un guardia de seguridad murió en la habitación de Regan, el actor Jack MacGowran murió durante el rodaje obligando a cambiar el guión y el actor Vasilik Maliaros falleció antes de que el film fuera estrenado. También se cuenta que el hijo de Jason Miller (el padre Karras) sufrió un accidente de moto del que se llegó a decir que prácticamente fue decapitado, pero los detalles no están muy claros.

Además de esto, el rodaje se convirtió en un infierno. Friedkin se empeñó en poner la temperatura de la habitación de Regan en torno a 30 y 40 grados bajo cero para que se hiciera vaho al hablar y al respirar. Los demás miembros del rodaje no vieron con buenos ojos que Linda Blair estuviera en la habitación frigorífico, como la llamaban, con tan sólo un camisón y empezaron a pensar que Friedkin era muy raro. Un día llegó a disparar un arma de fogueo en el plató para asustar a la gente y que su miedo se viera reflejado en la película y en otra ocasión al grito de ¿Confías en mí? le arreó una tremenda bofetada a uno de los actores. El ambiente se enrareció y la Warner decidió contratar a un cura para que acudiese a los rodajes y bendijese los decorados, lo que hizo que la gente se tranquilizara un poco. Al final el rodaje terminó y William Friedkin decidió llevar la postproducción a las salas de montaje de Warner Bros en el 666 de la Quinta Avenida. Una historia demasiado jugosa para la prensa, que la catapultó a la fama antes incluso del estreno.

De las mejores historias que he oído en cuanto a películas malditas. En la escala del terror le doy 8 calaveras.

La campana del infierno (1973)

Estamos ante una de las películas españolas consideradas más malditas de todos los tiempos. La leyenda negra comienza cuando el joven director de esta cinta de terror, Claudio Guerin falleció al caer de lo alto de un campanario en el que iban a rodar. Los miembros del rodaje que lo vieron recuerdan cómo Guerin hizo un escorzo mientras caía para evitar una verja de pinchos. Logró evitarla pero el impacto contra el suelo fue terrible. Algunas personas que asistían al rodaje y no estaban prestando atención aplaudieron pensando que se trataba de la maniobra de un especialista, pero pronto se dieron cuenta de que se trataba de un horrible accidente.

Desafortunadamente Guerin no falleció en el acto y su agonía se prolongó durante 10 minutos. Aún hoy, en la plaza de Noya, enfrente a la iglesia, hay una cruz grabada en el suelo en el punto en el que cayó Guerin que recuerda el terrible hecho.

Una historia realmente horrible y que acabó con la vida de un joven director español que apuntaba maneras. Por ello, en la escala del terror se merece 10 calaveras.

La profecía (1976)

¡Qué recuerdos el pequeño Damien! Aquí estamos ante otra de las grandes películas malditas. Durante el rodaje sucedió de todo. Gregory Peck y el guionista David Seltzer tomaron aviones separados con destino a Inglaterra y ambos fueron golpeados por un rayo. La verdad, no parece para tanto, por eso los aviones llevan pararrayos. Lo que es más curioso es lo que le sucedió al director Richard Donner. En el hotel donde se alojaba estalló una bomba del IRA y poco tiempo después fue atropellado. Por si esto fuera poco, Gregory Peck canceló un vuelo a Israel y el avión que debía haber cogido se estrelló matando a todos los ocupantes. Además su hijo murió en el 75, en pleno rodaje de La profecía.

Para más inri, un año después del estreno de la película el encargado de los efectos especiales John Richardson y su ayudante Liz Moore sufrieron un accidente de coche en Holanda y Liz falleció decapitada. Sobre esta historia se suele contar que el accidente tuvo lugar un viernes 13 y que al lado del lugar del accidente había una señal que marcaba el kilómetro 66,6. Evidentemente esto es más falso que un directo de Milli Vanilli porque, seamos serios, a quién coño se le va a ocurrir poner una señal que marque el kilómetro 66,6.

Aún así, es una buena historia. Le doy 7 calaveras en la escala del terror.

Juego con la muerte (1973) y El cuervo (1994) – La maldición de los Lee

El 10 de mayo de 1973 Bruce Lee se encontraba en los estudios de la Golden Harvest haciendo algunas mezclas y doblajes para Enter the Dragon cuando sufrió un ataque. El pequeño dragón empezó a sufrir convulsiones y dolor de cabeza y fue trasladado al Hong Kong Baptist Hospital donde le diagnosticaron un edema cerebral (exceso de agua en el cerebro). Bruce se recuperó pero tan sólo dos meses después (el 20 de julio) mientras discutía algunas cosas del rodaje de Juego con la muerte sufrió otro ataque del que no pudo recuperarse.

Veinte años después, su hijo Brandon se convirtió en el protagonista de El cuervo. El rodaje de esta película estuvo marcado desde el comienzo por terribles sucesos. El primero le ocurrió a un carpintero que, mientras trabaja en la construcción de los escenarios subido a una grúa, sufrió graves quemaduras al rozar ésta unos cables de alta tensión. Después, un escultor descontento que había trabajado en los escenarios estrelló su coche a propósito contra la parte del estudio que se encargaba de las esculturas causando graves daños; un operario se resbaló y se atravesó la mano con un destornillador; un camión cargado de equipo se incendió misteriosamente… Bueno, son cosas que, aunque no os lo creáis, son más habituales de lo que parecen en un rodaje.

Lo que no es tan habitual, son las circunstancias que rodearon la muerte del protagonista Brandon Lee. La segunda unidad de rodaje del film iba un poco apurada de tiempo y como no tenían balas de fogueo decidieron hacerlas ellos mismos. Para ello, cogieron munición real, quitaron las balas, tiraron la pólvora, dejaron el cebo y volvieron a colocar las balas. Lo que ocurrió, es que el cebo no tiene fuerza suficiente por sí solo para disparar la bala, pero puede llegar a proyectarla lo suficiente para que llegue al cañón y se queda alojada. En la siguiente escena que se utilizó el arma, nadie comprobó esto y el siguiente disparó –esta vez sí con balas de fogueo– hizo que la bala que estaba en el cañón saliera proyectada impactando en el vientre de Brandon Lee y alojándose en su columna. Brandon murió en el quirófano después de 6 horas de operación.

Lo acojonante de esta historia es que el padre de Brandon, Bruce Lee, predijo la muerte de su hijo cuando todavía era un niño. De hecho, Bruce Lee predijo su propia muerte, ya que dijo que moriría con la mitad de edad que su padre, que vivió 64 años y, efectivamente, Bruce Lee murió a la edad de 32 años.

Una historia muy chula. En la escala del terror le doy 7 calaveras.

Saga Poltergeist (1982 – 1986 – 1988)

La saga Poltergeist ha sido siempre fruto de rumores y elucubraciones y, claro está, de bulos bien gordos.

Los rumores de película maldita empezaron tras la muerte de la actriz Dominique Dunne de tan sólo 22 años que interpretaba a la hermana mayor de la mítica Carol Anne. Dominique Dunne (Hermana de Griffin Dunne) murió el 4 de noviembre de 1982 después de pasar cuatro días en coma al ser estrangulada por su ex-novio John Sweeney a causa del terrible daño cerebral que le causó.

El siguiente en morir fue Julien Beck que participó en Poltergeist II y murió en 1985 de cáncer de estómago tras 18 meses luchando con la enfermedad. Tenía 60 años.

La siguiente víctima fue Will Sampson, el actor nativo americano que se hizo famoso por su papel en Alguien voló sobre el nido del cuco, que murió en el 87 con 53 años. Sampson necesitaba un transplante de corazón y de pulmones y su muerte sobrevino debido a problemas en el riñón derivados del doble trasplante y a su estado de desnutrición previo.

La última víctima fue la protagonista de la trilogía: Heather O’Rourke, que murió con trece años de una obstrucción intestinal que le provocó un choque séptico. Heather tenía estenosis congénita pero había sido diagnosticada por error con la enfermedad de Crohn.

Qué queréis que os diga, para mí hubo mucho marketing aquí y la historia es una mierda. Cuatro muertos en 6 años y algunos como Julien Beck a miles de kilómetros del rodaje (murió en Nueva York y se rodaba en Los Angeles) no son como para hablar de película maldita.

Le doy 2 calaveras en la escala del terror y porque me da pena Heather O’Rourke.

En los límites de la realidad: la película (1983)

También conocida como Dimensión desconocida, la adaptación de la serie a la gran pantalla corrió a cargo de John Landis, Steven Spielberg, Joe Dante y George Miller. Se versionaban tres capítulos originales y se incluía uno nuevo. La historia que dirigía John Landis trataba sobre Vietnam e incluía una escena en la que el protagonista Vic Morrow tenía que cruzar un río sujetando a dos niños con sus brazos. Durante el rodaje de esta escena de alto riesgo, un helicóptero perdió el control decapitando a Vic Morrow y a uno de los niños, mientras que el otro pequeño murió aplastado por el aparato. Los dos niños habían sido contratados de manera ilegal.

Una historia realmente trágica. En la escala del terror le doy 6 calaveras.