Operación dragón (1973) Tít. orig.: Enter the dragon Dir.: Robert Clouse Gui.: Michael Allin Int.: Bruce Lee, John Saxon, Jim Kelly, Ahna Capri, Shih Kien, Robert Wall, Bolo Yeung Dur.: 98 min.
Por fin hemos llegado al momento que muchos esperabais con ansia: hoy voy a hablar de Operación Dragón, la película que convirtió a Bruce Lee en una estrella mundial y que, además, mola un puñao.
Pero antes, recordemos dónde estábamos. Nos habíamos quedado en el estreno de El furor del dragón y el posterior éxito de la película en Asia como ya venía siendo habitual.
A la hora de elegir el siguiente proyecto, Bruce tenía dos ideas en mente: por un lado, algo que había titulado El conquistador de la montaña de oro con un bambú y, por otro, algo llamado Puño del Sur / Pierna del Norte. Pero en el fondo, ambas ideas estaban basadas en lo mismo: Bruce quería enseñar al mundo la necesidad de adaptarse a las circunstancias.
El conquistador de la montaña de oro con un bambú iba a contar la historia de un grupo de chinos que viajan a San Francisco para trabajar en el ferrocarril, pero son engañados y puestos a trabajar en una mina bajo unas condiciones durísimas. El personaje de Bruce plantaría cara a los americanos y escaparía muy maltrecho a la casa de una anciana que le cuidaría con sopa de arroz. En la tradición china, Estados Unidos es conocido como La montaña de oro, y la misma palabra (conyi) es usada para decir bambú y arroz. De ahí el doble significado del título.
Puño del Sur / Pierna del Norte iba a tratar sobre dos escuelas ubicadas una en el norte y otra en el sur, y ambas considerándose superiores a la otra. Bruce interpretaría a un discípulo de una de las escuelas, entrenado en diversas artes marciales, que va en busca de un libro que le mostrará las respuestas al significado de las artes marciales, para finalmente descubrir que la respuesta está en su interior.
Y ahí estaba Bruce, dándole vueltas al tema, cuando recibió una llamada de Kareem Abdul-Jabbar informándole de que iba a pasar sus vacaciones en Hong Kong. Y Bruce, lógicamente, pensó que tenía que aprovechar la oportunidad para zurrarle la badana al único tío de 2,20 que había en Hong Kong en esos momentos. Así que se pusieron a rodar en el más absoluto secreto lo que acabarían siendo los increíblemente buenos 40 minutos de Juego con la muerte, con la posterior participación de Dan Inosanto y Ji Han Jae.
Y entonces, Fred Weintraub, directivo de Warner Brothers, también se presentó en Hong Kong, con una oferta que Bruce no podría rechazar: 500.000$ para hacer una película en EE.UU. y completa libertad creativa. Puede que penséis que no es una oferta espectacular, pero estamos hablando del año 72 y, aunque en U.S.A. 500.000$ era el presupuesto del piloto de una serie, en Hong Kong era una auténtica fortuna. Y Bruce, a pesar de que Raymond Chow trató de impedirlo, dejó todo para irse a hacer las américas.
La Warner fundó una compañía subsidiaria con Weintraub y Paul Heller llamada Sequoia films, tal y como hicieran Bruce y Chow en El furor del dragón con Concord, y ambas —Sequoia y Concord— produjeron el film bajo el amparo de la Warner y la Golden Harvest.
A continuación Bruce viajó a Estados Unidos con Chow para empezar a planificar la película. Eligió a Robert Clouse como director (aunque hay quien dice que nadie más quería dirigir la película), se contrató a Robert Wall para interpretar a uno de los secuaces de Han y Warner consiguió colar, cómo no, algunas de sus exigencias.
No quiero alargarme con los pormenores del rodaje porque apenas merecen la pena. Se contrató a lo mejor en artes marciales (Jackie Chan, Sammo Hung, Yuen Biao, Yuen Wah,…) y a un montón de extras siguiendo la línea de búsqueda de extremo realismo que quería Bruce, y lo más reseñable son las continuas tensiones que hubo entre el equipo chino y el americano, y los continuos desafíos que le planteaban los extras a Bruce.
Mi opinión personal sobre el film es que es un peliculón. Es cierto que el presupuesto es de serie B (para una producción americana) y en algunos aspectos el decorado y el vestuario son absolutamente tópicos, pero creo que muy difícilmente se hubiera podido recrear esa increíble atmósfera china en Estados Unidos.
El montar una trama de espionaje fue otro acierto brutal, porque le daba a la película ese aire de James Bond que la alejaba de la tradicional venganza china. Es decir, seguía siendo una película de chinos kungfutekas, pero al menos ya no lo parecía. El personaje de Han, interpretado por Shih Kien, también muy jamesbondiano (toma palabro al nivel de kungfuteka), con su isla y, sobre todo, su mazmorra de los horrores, tiene tanto carisma y está tan bien diseñado que dota al film de ese punto siniestro que no tienen las películas de artes marciales habitualmente y que tan bien le sienta. Aparte de que, siempre que tenemos un gran malo, la película lo nota para bien. Y Han es un malo épico, con sus garras de quita y pon, sus extravagancias varias y sus secuaces de categoría como el gran Rob Wall y su cicatriz falsa o el mítico Bolo Yeung.
Y hacer que Bruce fuera acompañado por un blanco y un negro, cosa que fue decisión de Warner con intenciones puramente comerciales, fue otro acierto más. Bueno, más bien, el acierto fue contratar a John Saxon como El blanquito y a Jim Kelly como El negrata, que no sólo derrochan chulería y le dan un toque exótico al film sino que encima hacen un alarde de facultades físicas, así como de un humor que esta vez sí resulta gracioso a diferencia de lo que vimos en El furor del dragón.
Y cómo no: BRUCE LEE. Pero no un Bruce Lee cualquiera. El mejor Bruce Lee que hemos visto en la gran pantalla. El más rápido, el más carismático, una conjunción perfecta de poder físico y mental y un prodigio de técnica.
Esta es una de esas películas que te deja un montón de imágenes grabadas en la memoria: el combate inicial con Sammo Hung, la instrucción del alumno, el viaje en barco, la llegada a la isla, el mítico combate con Rob Wall, el descenso a las mazmorras, la sala de los espejos,...
Lamentablemente Bruce no vivió para ver acabada la maravilla que le convirtió en una estrella mundial. El 20 de julio de 1973 fallecía y poco después la película se estrenaba en China cosechando el éxito habitual, pero esta vez, vino acompañada del éxito a nivel mundial que Bruce tanto había perseguido. Había muerto Bruce Lee pero había nacido una leyenda.
Vaya un peliculón! Como dices, la imposición de la Warner de incorporar a dos actores protagonistas más podría haber sido desastrosa, pero coger John Saxon (que automáticamente hace que una peli mole más) y Jim Kelly fue brillante.
ResponderEliminarHay que mencionar la soberbia parodia que se hace de ella en The Kentucky Fried Movie (en mi blog) que es una obra maestra por derecho propio divertidísima.
La decisión de que Bruce Lee fuera acompañado por un blanco y un negro para tener un mayor público al que dirigirse es una de esas cosas que casi siempre acaban en desastre, pero esta vez acabó muy bien. Ni Saxon ni Kelly fueron la primera opción para los papeles, pero afortunadamente acabaron haciéndolo ellos, y es uno de los puntos fuertes de la peli.
ResponderEliminarEn la entrada que hice de El furor del dragón Kinski puso un enlace a la parodia completa de The Kentucky Fried Movie, que yo no había visto, y es ciertamente buenísima.
Un saludo.
LA PELÍCULA.
ResponderEliminarA mi el cine de artes marciales me aburre, pero las pelis de Bruce Lee tienen algo especial y es el propio Bruce.
El gran hallazgo de Operación Dragon es la trama de espías que la convierte algo único hasta la fecha y que aleja la cinta de la tópica historia de venganzas.
¿Soy el único al que Saxon le recuerda a Connery?
Como gran amante del cine de artes marciales, te puedo decir que hay grandes artistas marciales y grandísimas películas, pero Bruce Lee es otro rollo. Estaba en otro nivel.
EliminarLa trama de espionaje es el gran acierto de la peli, lo que convierte a Operación dragón en una cinta original, diferente a lo que se había visto hasta el momento en el cine de artes marciales.
Yo también había pensado lo de Saxon y Connery. Son igualicos.
Clasicazo del cine de artes marciales, mítica por los cuatro costados. Es acojonante ver el plantel de expertos en artes marciales que atesora.
ResponderEliminarSaludos.
Efectivamente, el plantel de especialistas es de lujo, pero era algo habitual en las pelis de Lee.
EliminarUn saludo.
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saludos
la peliula fue un exito puesto que fue su ultima pelicula pero en la pelicula faltaba algo mas y hablo sobre todo del combate contra robert wall en nigun momento de la lucha contra bruce no consique golpearle en ningun momento lo domina por completo bruce lee yo creoo que la lucha tendria que haber sido como la de chuck norris tendria que ser que robert hubiera dominado un poco la lucha y despues bruce que hubiera acabao con el y es algo parecido al furor del dragon se enfrenatan y robert ball es masacrado por los puñetazos y las patadas de bruce lee ni le golpea ni nada cero que no puede con bruce o asi estaria puesto en el guion. En cuanto a la pelicula me encanta todas sus escenas es una gran pelicula de bruce lee operacion dragon y por respeto a el fuen una gran lucha conra robert wall
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con algunas de las cosas que comentas. En primer lugar, supongo que la muerte de Bruce tuvo mucho que ver en convertirle en una leyenda, pero eso no quita para la que la película sea muy buena por sí misma. Y tampoco creo que falte ni sobre nada; a mí me gusta tal y como es.
EliminarEn cuanto a lo que comentas de Robert Wall, cada película tiene su desarrollo y lo que funciona en una no tiene por qué hacerlo en otra. En El furor del dragón, Bruce pretendía mostrar la necesidad de adaptarse al estilo de lucha de un rival de muy alto nivel para poder vencerlo, sin embargo, lo que pretende mostrar en el combate con Bob Wall de Operación dragón es su absoluta superioridad física y técnica con respecto a todos sus rivales. El combate igualado se da contra Han, que es el verdadero enemigo final de la cinta.
En lo que sí estamos de acuerdo es en que se trata de una gran película.
Un saludo.
Super!!!!
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