1. LA NOVELA
Con La guerra de los mundos me pasó una cosa curiosa: la primera vez que la leí no me gustó. Hoy, en cambio, es una de mis novelas favoritas. Supongo que uno de los motivos por los que no la disfruté es porque con quince o dieciséis años no supe captar todo lo que la novela ofrece, pero no creo que sea un problema exclusivamente mío; creo que La guerra de los mundos es una novela que habitualmente es analizada de manera muy superficial: nos atacan los marcianos, nos machacan y luego se mueren porque Dios nos ama. Igual es un resumen un poco exagerado, pero en esencia es eso.
En primer lugar, en la novela de Wells se aprecia una antipatía tanto hacia la sociedad en la que vive, como hacia el modelo imperialista de Inglaterra en aquellos momentos.
Antes de juzgarlos con excesiva severidad debemos recordar que nuestra propia especie ha destruido completa y bárbaramente, no tan sólo especies animales, como la del bisonte o el dodo, sino razas humanas inferiores. Los tasmanios, a despecho de su figura humana, fueron enteramente borrados de la existencia en exterminadora guerra de cincuenta años que emprendieron los inmigrantes europeos. ¿Somos tan grandes apóstoles de misericordia que tengamos derecho a quejarnos porque los marcianos combatieran con ese mismo espíritu?
Y esto aparece en el capítulo I. Luego, además, comprobamos que los marcianos siguen las tácticas propias de los ejércitos británicos tanto en la forma de atacar y de avanzar como en su desprecio por los pueblos conquistados.
Tendían con serenidad y método sus envenenadas nubes sobre esta parte del país, las barrían enseguida con sus chorros de vapor, y cuando quedaba terminada su obra, se posesionaban del terreno conquistado. Parece que su propósito no era tanto el de exterminar la población como el de aterrorizarla demostrando la inutilidad de resistirlos. Hicieron saltar cuantos polvorines encontraron, cortaron las líneas telegráficas y destruyeron por muchos puntos las vías férreas. Hubiérase dicho que partían las piernas del género humano. No mostraban gran apresuramiento en extender su campo de operaciones.
El otro gran aspecto sobre el que suele pasarse por alto es el final. (SI NO HAS LEÍDO LA NOVELA NO SIGAS LEYENDO.) Me parece increíble que haya gente que siga creyendo que los marcianos son derrotados porque Dios así lo quiso. Y no es un Deus ex Maquina ni una resolución absurda. Todo lo contrario: es brillante.
Y desparramados aquí y allí, […] yacían los marcianos […] muertos después de fracasar todos los medios defensivos humanos, por las ínfimas criaturas que Dios, con su sabiduría, ha puesto en esta tierra.
Dicho así, parece que, en efecto, el mérito fuera de Dios. Pero es que la cosa sigue.
Desde el comienzo de las cosas, los gérmenes de las enfermedades han cobrado sus diezmos sobre la humanidad; los cobraron sobre nuestros antepasados prehistóricos, los cobraron desde el comienzo de la vida. Pero en virtud de la selección natural nuestra especie ha ido desarrollando su fuerza de resistencia. […] Al precio de millones y millones de muertes ha pagado el hombre su posesión hereditaria del globo terrestre; […] porque los hombres no viven ni mueren en vano.
Selección natural. Teoría darwinista. No es Dios quien venció a los marcianos, es la selección natural. De hecho, toda la novela tiene un cierto tono antirreligioso. Parece obviarse a veces el encierro con el vicario, donde Wells deja en muy mal lugar al clérigo, que está convencido de que se trata todo de un castigo divino y que es parte fundamental ya que muestra las propias ideas de Wells y ayuda a entender por qué el final no es una obra de Dios.
Quizás el único aspecto que no me convence de la novela es la mención de que en Marte no hay bacterias. No parece muy lógico. Sin embargo, sí que parece lógico pensar que una civilización lo suficientemente avanzada como para colonizar otro planeta haya alcanzado mucho antes la cima del desarrollo médico hallando la cura para todas las enfermedades conocidas por ellos. ¿No sería ese el comienzo del deterioro de su sistema inmunológico? El propio Wells contempla esta posibilidad:
Los microbios […] son desconocidos en Marte, o al menos la ciencia sanitaria de los marcianos ha debido eliminarlos hace ya muchos siglos.
Por último, sólo me queda decir que La guerra de los mundos de H.G. Wells es una obra maestra.
2. LA GUERRA DE LOS MUNDOS DE ORSON WELLES
El 30 de octubre de 1938 los ciudadanos de Estados Unidos, congregados como cada noche ante la CBS, escucharon la noticia de unas extrañas explosiones en Marte a la que sucedió la caída de un supuesto meteorito en New Jersey. Este meteorito resultó ser en realidad un cilindro del que surgieron tentáculos. Y el resto ya lo sabéis: medio Estados Unidos aterrorizado, gente huyendo de New Jersey, la policía colapsada de llamadas..., y todo cortesía de Orson Welles y sus colegas de The Mercury Theater.
Esta es la típica historia que te la cuentan y no la crees. Yo al menos no podía creer que un país entero fuera presa de la histeria por un programa de radio que comienza diciendo que se va a proceder a la dramatización de la novela La guerra de los mundos de H.G. Wells. Pero lo cierto es que una vez escuchado el programa, puedo entenderlo. Sobre todo, si no escucharon el programa completo, ya que está realmente muy bien hecho. El guion de la dramatización fue obra de Howard Koch, que 4 años más tarde participó en el guion de Casablanca, y la estructura era la de un programa musical que es interrumpido para dar paso a un boletín especial por los extraños sucesos que están teniendo lugar. Si conectas con el programa cuando el reportero de la CBS está en la granja o cuando comienza el ataque, es perfectamente posible ser presa del pánico. ¿Tanto como para huir de la ciudad o llamar a la policia? Que cada uno juzgue. Yo os dejo el programa original con subtítulos en español gracias a YattaRadio. Tiene una introducción de 5 minutos, luego el programa original y finalmente las disculpas de Welles por vivir en un país repleto de idiotas. Perdón, he querido decir por causar el pánico.
3. ADAPTACIONES CINEMATOGRÁFICAS
Hemos tenido dos adaptaciones de la obra de Wells al cine: la del 1953 a cargo de Byron Haskin y la de 2005 de Steven Spielberg. Hace unos días comentaba en el blog de David Amorós que me gustaba la película de Spielberg aunque prefería la de Haskin, sin embargo, al volver a verlas ahora, la sensación que he tenido es la contraria. Aunque me gusta la de Haskin, prefiero la de Spielberg. Qué queréis que le haga, soy así de voluble.
En primer lugar, resulta curioso cómo de manera consciente o inconsciente, las películas reflejan los miedos propios de la época en que fueron realizadas. Así, la de Haskin muestra una orientación hacia el comunismo y la guerra atómica y la de Spielberg un miedo al terrorismo islámico y un revanchismo post 11S.
La versión de Haskin es muy meritoria para la época pero me desagrada el hecho de que los trípodes sean simplemente presentados como un campo de fuerza; aunque entendible bajo la perspectiva de la época y los medios con lo que contaban. Además, contiene diálogos y situaciones que vistos hoy en día resultan absurdos, se pierde toda referencia a la Hierba Roja y se omite mención a la selección natural, quedando el final casi como un acto divino. Su mejor baza, por contra, son unos efectos especiales estupendos y el hecho de ser increíblemente entretenida, ya que tiene muchísimo ritmo y escenas verdaderamente emocionantes como la llegada del meteorito o la de los protagonistas atrapados en la granja.
La versión de Spielberg, en cambio, sí muestra los trípodes, la Hierba Roja (aunque como un sistema de conservación de la sangre, el alimento de los marcianos), y además, aunque no explícitamente, se deja entrever al final el tema de la selección natural. Sí, está ahí aunque algunos digan que no. Si a eso le sumamos unas escenas de acción impresionantes y espectaculares, unos efectos especiales de altísimo nivel y una muy buena banda sonora de Williams, La guerra de los mundos de Spielberg se aproxima bastante a lo que me gustaría que fuera la adaptación de la novela. Obviamente, hay cosas que son mejorables, pero el tan criticado final feliz para mí no es una de ellas. A mí me suelen disgustar los finales almibarados y la tendencia al melodrama de Spielberg, pero no hay que olvidar que en la novela ya hay un final feliz y no creo que sea del todo inverosímil que el muchacho sobreviva. Más me molesta su continua insistencia en irse con el ejército. Parece el capítulo ese de Los Simpsons de Panda Tope (Aniram al ne etatsila). Tampoco me gustó la escena del sótano con Tim Robbins cuando entra el tentáculo y después bajan los marcianos. ¿A qué bajan? Lo cierto es que esta escena era diferente en el guion original y Rachel (Dakota Fanning) se encontraba con un marciano recién nacido que surgía de una vaina conectada a la Maleza Roja. Esto contraviene la forma de reproducción que describe Wells en la novela, pero creo que hubiera quedado mejor que lo que finalmente hicieron.
Y por último, lo que para mí es el gran fallo de la película de Spielberg y lo que la aleja de lo que podía haber sido una obra maestra. ¿Qué sentido tiene que los marcianos estuvieran enterrados hace siglos bajo tierra? ¿A qué profundidad están enterrados que ninguna excavación se ha topado con un trípode? ¿No os parece ridículo que caigan “los pilotos” de las naves en un rayo que atraviesa el suelo? No sé por qué Spielberg tiende a hacer estas cosas que estropean el resultado final de sus películas. Si simplemente se hubiera limitado a seguir la novela tendríamos una película mucho mejor.
No me entendáis mal, ambas me gustan y las disfruto, especialmente la de Spielberg, que creo que ha sido injustamente tratada, pero la adaptación definitva de la obra de Wells creo que aún está por llegar. Y cuando llegue, creo que será una combinación de las cosas buenas de la Haskin y las cosas buenas de la de Spielberg.
4. LA GUERRA DE LOS MUNDOS DE JEFF WAYNE
En 1978 Jeff Wayne publicó una versión musical de la obra de Wells que incluía partes narradas del libro en un disco doble. Como obra relacionada con el libro es, sin duda, lo mejor que se ha hecho. Musicalmente es una maravilla y sigue de manera bastante fiel el original. Plagada de temazos como The eve of the war, Horsell Common and the Heat Ray, Forever autumn, The spirit of man o Brave new world.
En 2005 se relanzó el disco y su éxito permitió que se hiciera un musical con actores, orquesta y un gran montaje. Una versión del show en directo fue grabada en Wembley y está disponible en DVD.
5. LO QUE PUDO SER Y NO FUE
Ray Harryhausen siempre quiso hacer su propia versión de la obra de Wells. Era tal su empeño que realizó varios borradores a carboncillo, storyboards e incluso una escena de prueba en 16mm con el objetivo de implicar gente en el proyecto.
Lamentablemente nunca consiguió rodar esa película, que hubiera sido una versión bastante interesante ya que Harryhausen tenía en mente mostrar la destrucción de los principales monumentos de Estados Unidos. ¡Y qué corchos, que es Harryhausen!
Y esto es todo lo que ha dado de sí la gran obra de Herbert Wells hasta ahora. ¡Quién sabe qué obras inspirará en el futuro!
Me gusta la versión de Spielberg aunque creo que se hace un poco pesado todo el rollo familiar de Cruise y sus hijos. Estoy volviendo a leer otra historia de Wells "Cuando el durmiente despierta" y hay una escena curiosa: dos de los protagonistas se ponen a hablar de la invasión marciana que no aparece en ese relato. Algo muy inusual en la época. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarA mí no se me hace pesado pero todo el rollo del principio con la grua y todo eso podía habérselo ahorrado e ir directamente al meollo del asunto.
EliminarH.G. Wells era un adelantado a su época. Cuando el durmiente despierta no lo he leído. A ver si me pongo.
Un saludo.
Has dado en el clavo en lo que dices de la novela. Wells había ya demostrado sus tendencias darwinistas (y su pesimismo hacía el hombre) en la anterior La isla del doctor Moreau. Para mí Wells es muy interesante como novelista porque trata el tipo de ciencia ficción que más me gusta: la alegórica, algo que hace ya desde La máquina del tiempo y su crítica de la sociedad británica. Además, hace algo bastante revolucionario en La guerra de los mundos: en algunos pasajes se muestra cierta compasión por los invasores. Algo que el resto de las adaptaciones pasan por alto (y sin embargo se enfatiza excesivamente el final, malinterpretándolo como indicas).
ResponderEliminarYo tampoco entiendo lo de la ola de pánico ni que fuera Orson Welles el que se tuviera que disculpar. No sólo se dice al principio, también en las pausas para anuncios se dice que se sigue con la dramatización de la novela de HG Wells La guerra de los mundos.
Yo prefiero la de Haskin no porque sea la primera ni ninguna de esas chorradas, simplemente no me gustó nada la de Spielberg. La primera mitad sí, pero luego, para mí, se derrumba. No me molestó el final almibarado donde el chico sobrevive, me molestó que me quisieran hacer creer que en una gran producción de Spielberg se iba a morir el hijo del protagonista. En cuanto desaparece ya sabía lo que iba a pasar al final porque es Spielberg y hay ciertas líneas que no cruzará en una producción de estas características.
Desconozco la versión musical, pero sí me gustó mucho la versión de Harryhausen. Ah no, que en este universo no existe. Da igual.
Sí, es cierto que hay cierta compasión o comprensión. Ya el hecho de plantearse si ellos son mejores que los invasores porque en esta ocasión son las víctimas es bastante revolucionario.
EliminarLo de Orson Welles es como si la gente, al descubrir que era un programa de radio, se sintieran tan tontos que exigieran una disculpa, pero más vergüenza propia, ¿no? Lo increíble también es que años después haya pasado en otros países.
La primera vez que vi la de Spielberg, cuando el chaval se va, pensé: «Venga, sí, luego nos vemos en Boston». Pero luego, me ha ido molestando menos. Digamos que las cosas buenas que tiene la peli me pesan igual que las malas. No me gusta nada que los trípodes estén bajo tierra, pero la Hierba Roja me encanta cómo está hecha. Pero sí que es cierto que esas líneas que sabes que Spielberg no va a cruzar al final hacen previsibles sus películas.
Pues la versión musical yo creo que te gustará. Es un disco magnífico. El montaje en directo que está editado en DVD no lo he visto.
Un saludo.
Muy interesante tu artículo, Einer. Todavía no he leído la obra de Welles pero sí que he visto las dos adaptaciones cinematográficas. Lo cierto es que la del 53 tiene un encanto especial, esto no se puede negar. Esos croissants lanzando rayos verdes siempre me han gustado mucho! Un abrazo.
ResponderEliminarCroissants, ja, ja. Qué bueno. Pues la novela te la recomiendo porque además es muy corta. Seguro que la disfrutas.
EliminarUn abrazo.
Me encanta el tapiz de ninjas de aki abajo.
ResponderEliminarTe fijas en todo, ¿eh? El del abanico es cojonudo.
EliminarUna entrada muy completa. Me gustan las obras de H.G.Wells especialmente La máquina del tiempo, el padre de la ciencia ficción junto a Verne, y hay que reconocer que a veces cuestan leerlas por sus expresiones farragosas, por el paso del tiempo, pero el resultado siempre me gusta.
ResponderEliminarLa locución de Orson Welles es una clara muestra del poder de los medios de comunicación, de lo fácil que es contagiar el pánico y manipular a la población. Hace dos o tres años volvieron a repetirlo y mucha gente se lo tragó todito, parece que somos así de impresionables.
No he visto la versión mas antigua. La de Spielberg sí y me gustó, solo que Dakota Fanning me puso muuuy nerviosa, pero hay buenos momentos de tensión y muchas escenas impactantes, especialmente lo del rayo pulverizador. Final americano: los niños no pueden morir, queda feo.
En cuanto a las licencias de Spielberg fue un giro de tuerca para sorprender tal vez.
Seguro que mas tarde o mas temprano revisan este clasico, así que a esperar a una adaptación a la altura... si pueden.
:)
Verne es otro genio que me encanta. Y muy cierto lo de que a veces cuesta leerlos por el paso del tiempo y por la forma de expresarse, pero con todo son dos genios.
EliminarCon lo que comentas de Orson Welles, estoy totalmente de acuerdo. Además es que en esa época la radio tenía un poder brutal. Pero aún así... hay gente que tela.
Dakota grita demasiado, creo yo, aunque habría que verse en la situación. Lo de la licencias de Spielberg, entiendo que uno no puede ceñirse al 100% a la novela porque son medios diferentes, pero eso no quita que me sorprenda ciertas decisiones que toma.
Un saludo.
Amigo Einer, te suena eso de "...great minds think alike..."? Es que me encuentro con un proyecto de post (o posts) muy similar a esta gran enorme entrada tuya. Bueno seguro aporta una visión complementaria. Y todo empezó con la nueva versión que han sacado de lo de Jeff Wayne (no vale la pena es todo regrabado con sonidos "modelnos" disco), pero me dije, coño, si no he leído la novela, así que me he puesto manos a la obra (estoy acabando), me parece tremenda para ser de cuando es, seguramente referente clave para todas las novelas y películas de catástrofes de masas por venir. Efectivamente el tono es antireligioso y al párroco co-protagonista no veas que estopa le da el amigo Wells, es curioso que Jeff Wayne le diera tanto peso porque no lo tiene. Por complementar algo tu post, yo tengo el DVD de la versión teatralizada de la opera rock de Jeff Wayne que alarga un poco la trama, pero aparte de los visuales (que son una mini-peli) aporta muy poco y con actuaciones que dan un poco de vicisitud. Y tengo también un comic muy guapo de Ferrari/Laila (aunque hay más versiones en comic). Joder lo que no sabía era lo de Harryhausen, la peli del 53 con efectos suyos (tripodes en stop-motion) hubiera sido la polla!
ResponderEliminarPues a ver si acabo el post o se queda en el tintero (como tantas cosas ultimamente)
Un saludote marciano..... Ulaaaaaaaa
Ja, ja, claro que sí, qué grandes somos. Pues espero con ganas ese artículo tuyo.
EliminarHe escuchado la nueva versión y efectivamente aporta poco o nada.
La novela es increíble. Habitualmente se le da mucho bombo tanto al clérigo como al artillero y yo creo que tampoco es para tanto. Hay cosas de la novela que me parecen más importantes.
Pues estaba dudando de si pillar el DVD o no, así que me has sacado de dudas. Me temía que fuera algo de ese estilo.
Cómics no he leído ninguno pero viendo imágenes en Google salió alguna página flipante y me lo anoté mentalmente para buscarlos.
Lo de Harryhausen es una pena, porque mira que el se empeñó, pero no hubo manera. Realmente hubiera sido la polla.
Acábalo, hombre, que yo quiero leerlo.
Ulaaaaa.
Vaya currada Einer, fantástico! Lo de Welles es increíble, al final del vídeo llega a decir que si llaman al timbre, que no sufran, que no es un marciano, sino Halloween jaja. También comentar que la guerra de los mundos de Spielberg me parece una gozada aunque se le haya machacado hasta la saciedad. Me acuerdo de cuando saltaban las ropas de las personas que eran alcanzadas por los rayos de los alienígenas (muy al estilo Célula en Bola de Dragón) o la cámara saliendo y entrando del coche donde va Cruise y la familia. Se nota cuando hay pasta. Un saludo, feliz año!
ResponderEliminarGracias. Lo de Welles es que es divertidísimo.
EliminarJoder, por fin alguien a quien le gusta la de Spielberg.
Un saludo. Feliz año.