This is Spinal Tap (1984)

This is Spinal Tap (1984) Tít. Orig.: This is Spinal Tap Dir.: Rob Reiner Gui.: Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer, Rob Reiner Int.: Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer, Rob Reiner, Fran Drescher, Bruno Kirby Mús.: Christopher Guest, Michael McKean, Harry Shearer, Rob Reiner Dur.: 82 min.

Siguiendo con este repaso al cine musical os traigo una película que está entre mis favoritas y que considero, sin ningún tipo de dudas, la mejor comedia de la historia del cine. Realmente es una revisión de la que fue la primera entrada de este blog y que al leerla ahora, no me ha gustado mucho, así que he cambiado alguna cosa.

En 1982 la banda británica de heavy metal Spinal Tap inicia una gira promocional por Estados Unidos de su nuevo disco Smell the glove y el director Marty DiBergi se propone seguir a la banda durante todo el tour para hacer un documental. Dicho así, no parece muy cómico, pero lo cierto es que This is Spinal Tap es un falso documental sobre una banda de rock ficticia que se ríe de todos y cada uno de los tópicos del rock n’ roll.

Resulta imposible no reconocer a Led Zeppelin, los Rolling Stones, Black Sabbath, Metallica, The Who y prácticamente cualquier banda de la época reflejada en estos tipos. Para empezar, el nombre del grupo ya contiene un montón de referencias, como el escribir Spinal con una diéresis (umlaut) sobre la n que no vale para nada como en Motörhead, Mötley Crüe o Blue Öyster Cult o el propio significado de Spinal Tap (literalmente punción lumbar), que ya sabemos cómo les gusta a estos grupos ponerse nombres tipo Anthrax, Iron Maiden, Eskorbuto o Megadeth (que supongo será Megamuerte).

Dirigida por Rob Reiner en 1984 supuso su debut en el cine, popularizando el género del falso documental al que él mismo después definiría como mockumental. En los años siguientes Reiner nos regalo películas como La princesa prometida (The princess bride, 1987) o Cuando Harry encontró a Sally (When Harry met Sally, 1989) que alcanzaron categoría de culto como Spinal Tap, otras como Algunos hombres buenos (A few good men, 1992) que fueron grandes éxitos comerciales o la que para él es su obra maestra: Cuenta conmigo (Stand by me, 1986). Sin embargo, para mí, la obra maestra de este interesantísimo director será siempre This is Spinal Tap.

¿Y qué pasa con la música?, porque a fin y al cabo esto es un musical, ¿no? La música que toca Spinal Tap en la película fue creada por el propio Rob Reiner, que interpretaba al director del documental Marty DiBergi, y los tres protagonistas del film: Christopher Guest, Michael McKean y Harry Shearer, que interpretaban magistralmente (hasta con acento inglés) a Nigel Tufnel, David St. Hubbins y Derek Smalls respectivamente, y que incluso tocaban los instrumentos y cantaban de verdad. Nunca vemos números completos durante el film sino parte de sus actuaciones pero las canciones son muy buenas con títulos emblemáticos como Big bottom, Lick my love pump o Stonehenge, con su mítica puesta en escena.

La película muestra la evolución de la banda desde sus orígenes pop hasta su etapa hair-metal pasando incluso por su momento flower-power en lo que es un divertidísimo repaso a todos los clichés del mundillo musical: el guitarrista endiosado que se cree influenciado por Mozart y Bach, las letras de las canciones supuestamente inteligentes y profundas y que realmente son absurdas, el líder del grupo que pretende sonar siempre inteligente, la novia en plan Yoko Ono, el momentazo del amplificador que llega al 11 porque somos los que más ruido hacemos e infinidad de situaciones más que pueden parecer excesivas pero que no lo son tanto.

Por ejemplo, Robert Plant, Dee Snider y Ozzie Osbourne han confesado haberse perdido por los pasillos de camino al escenario. Eddie van Halen dijo que la primera vez que vio Spinal Tap toda la gente que estaba con él no paraba de reírse pero que él no le encontraba la gracia a la película: “Todo lo que ocurre en esta película me ha pasado a mí.” Cuando George Lynch, guitarrista de Dokken vio la película dijo: “¡Somos nosotros! ¿Cómo han podido hacer una película sobre nosotros?”

Para que os hagáis una idea de la repercusión que estos tíos han tenido en el mundo de la música, el disco que pretenden sacar en la película y que se llama Smell the glove, contiene una portada en la que a una chica con un collar de perro y una correa se le da a oler un guante. Según la discográfica, esa portada era sexista e iban a lanzar el álbum con una portada totalmente negra. Pues bien, el Black Album de Metallica, realmente es un homenaje a este disco.

El éxito fue tal, que con los años lanzaron un disco de verdad, Break the wind, tocaron en algunos conciertos como el Live Earth y salieron en un capítulo de Los Simpsons, El Otto-Show (The Otto show) en el que Bart y Milhouse acuden a un concierto de Spinal Tap que, como no podría ser de otra forma, acaba muy mal. Por cierto, Harry Shearer es uno de los dobladores de Los Simpsons y hace, entre otras, la voz de Otto.

En definitiva, esta es una película que ningún amante del rock and roll, y en especial del heavy-metal, se puede perder. Una película que del 1 al 10 se merece un 11.