The Wall (1982) Tít. orig.: The Wall Dir.: Alan Parker Gui.: Roger Waters Mús.: Pink Floyd Anim.: Gerald Scarfe Int.: Bob Gerdof, Bob Hoskins, Michael Ensing Dur.: 99 min.
Comienza este repaso a los musicales con la película The Wall, basada en el disco homónimo de Pink Floyd. Supongo que lo primero es aclarar que aquí no estamos exactamente ante un musical sino más bien ante una ópera rock. La diferencia está en que mientras en los musicales las canciones aportan poco o nada al desarrollo de la trama, en una ópera rock el desarrollo de la historia se hace precisamente mediante las canciones, es decir, son las letras de las canciones las que cuentan la historia.
Otros grupos como los Beatles o los Rolling Stones ya habían hecho experimentos en la gran pantalla pero fueron The Who los que popularizaron el concepto de ópera rock con la película Tommy en 1969 a la que le siguió Quadrophenia en el 73. Sin embargo, el primer disco de este estilo fue SF Sorrow de los Pretty things.
El surgimiento de la idea que daría lugar al álbum The wall tuvo lugar la noche del 6 de julio de 1977 en Montreal, en el último concierto de la gira In the flesh. El concierto fue un desastre en el que Roger Waters acabó increpando al público:
Me cago en la puta, dejad ya de tirar fuegos artificiales y de gritar, estoy intentando cantar una canción. Quiero decir que me da igual, si no queréis oírla, ya sabéis… que le den. Estoy seguro que hay mucha gente aquí que quiere oírla. ¿Por qué no podéis estaros quietos? Si queréis tirar vuestros fuegos artificiales, id fuera y hacedlo. Y si queréis gritar y vocear id a hacerlo fuera, pero estoy intentando cantar una canción que algunas personas quieren escuchar. Yo quiero escucharla.
El público no quiso que la banda dejara el escenario al final del concierto, se produjeron algunos disturbios y finalmente Roger Waters escupió a una de sus fans en la cara.
Todo esto hizo que Waters reflexionará sobre su relación con el público, una relación que se había deteriorado desde que Pink Floyd había alcanzado un estatus de dioses del rock, e hizo que confeccionara el álbum conceptual The wall, en el que el personaje ficticio Pink, estrella del rock, construye un muro metafísico que representa su alienación y su aislamiento del mundo.
Hay quien considera la película un videoclip de 90 minutos quizás porque el gran trabajo conceptual se hizo durante la creación del disco, pero eso no debe quitar mérito a la fantástica manera en la que Alan Parker lo adapta a la pantalla apoyado en las impresionantes animaciones de Gerald Scarfe ya que ambos nos ofrecen unas imágenes plagadas de fuerza y simbolismo.
Pretender entender The Wall sin conocer la vida de Rogers Waters y Syd Barrett (cuando se grabó el disco Barrett ya había dejado el grupo) es absurdo, ya que los hechos que se narran en el film y se personifican en Pink están sacados de situaciones que vivieron los dos co-fundadores de Pink Floyd.
En la película (o el disco si lo preferís) lo primero que descubrimos es la muerte en la guerra del padre de Pink cuando éste es aún un niño, un hecho que sin duda le marca (el padre de Waters murió en Italia en el 44 siendo miembro de la Royal Fusiliers Company C).
Sin padre, Pink tiene que crecer bajo el manto de una madre sobreprotectora y una durísima educación de post-guerra que se empeñan en coartar la libertad de un individuo ansioso por descubrir el mundo. Con los años, Pink se convierte en una estrella del rock and roll y la gente que ni siquiera sabía que existía ahora le trata como a un dios. Para asimilar todo esto y superar los dramas de su vida personal, Pink se refugia en las drogas y en las posesiones materiales, sin conseguir llenar el vacío que siente.
Llegados a este punto, asistimos al deterioro mental de Pink, en la que es posiblemente la mejor representación de la historia del cine del descenso de una mente sana a la más absoluta psicosis. Toda esta parte está más inspirada en la vida de Barrett y tiene una imagen que siempre me impacta muchísimo y es el momento en el que Pink se afeita todo el cuerpo incluidas las cejas.
Syd Barrett había dejado el grupo en el 68 debido a su comportamiento errático e impredecible fruto de su adicción al LSD. En 1975, durante la creación de Wish you were here, Barrett fue invitado a la grabación de Shine on you crazy diamond, una canción que aparentemente hablaba sobre él, y se presentó visiblemente desmejorado, con sobrepeso y con el cuerpo totalmente afeitado, incluidas las cejas. Esta imagen del ex-líder del grupo causó un profundo impacto en los miembros de la banda y de ahí que quedara reflejado en la película.
¿Por qué hay que ver The wall? Pues porque está cargada de imágenes poderosísimas e impactantes llenas de simbolismo y contiene unas letras que son pura poesía y que tocan temas como la guerra, la educación, los totalitarismos, la represión, el amor, el desamor,…
Porque el personaje de Pink está perfectamente diseñado (no podía ser de otra forma siendo biográfico) y porque la interpretación que hace Bob Geldof es absolutamente genial y muestra de la manera más expresiva (o inexpresiva) lo que la soledad, el aislamiento y la alienación (el muro), puede llegar a hacer sobre una persona.
Porque esto es música y como música es muy buena con piezas tan míticas como Another brick in the wall, Young lust o Confortably Numb.
Porque las animaciones de Scarfe son la obra de un genio y porque, en definitiva, es muy difícil encontrar una película que conjugue de una manera tan acertada imágenes, música, letras y animaciones durante todo su metraje.
Porque pasajes como Goodbye blue sky o The trial son pequeñas obras de arte que no se pueden expresar con palabras. Sólo con música.
Plaf, plaf, plaf....sí señor, intuía que tus pasos iban a ir por aquí y te ha salido una entrada redonda y necesaria.
ResponderEliminarQue admiro a Alan Parker a Pink Floyd y a "The Wall" es obvio. Pink Floyd, sobre todo, y en especial su "Wish you were here" ha sido un grupo que marcó una época muy especial de mi vida. Cuando ví por primera vez "The Wall" pense lo mismo que dices tú. Las animaciones de Scarfe son geniales y desde luego es muy difícil encontrar un maridaje más perfecto entre música e imágenes que en esta peli imprescindible.
UN abrazote.
A mí The wall me gustó. Las pelis de Alan Parker suelen ser efectistas más que buenas pelis. De todas formas esta está bien, es como un videoclip, como dices, de 90 minutos, pero es muy sugerente y lleno de simbología. De Parker me quedo más con El corazón del ángel y Arde Mississippi que con Birdy o El expreso de medianoche (curiosamene. Esta peli es de esas que suelen gustar mucho). Buena entrada, Einer.
ResponderEliminarMe gusta mucho el disco, creo que es histórico en la música del siglo XX pero no he visto esta película que, por otra parte, me han recomendado hace mucho tiempo. La veré. Sí ví una vez "Tommy". Estaba bien, me gustó. Un saludo.
ResponderEliminarTodo un clásico musical de Alan Parker, un director bastante irregular para mi gusto pero junto al título que mencionas me quedo con "El expreso de medianoche",muy buen post,Einer,saludos!
ResponderEliminarAnro, muchas gracias. Se nota que te gusta Pink Floyd y esta película. Conque Wish you were here, ¿eh? Yo soy más de The dark side of the moon, pero son dos discos que he tenido que grabar varias veces de tanto escucharlos.
ResponderEliminarUn abrazote.
Javi, lo que yo digo es que algunas personas lo consideran un videoclip de 90 minutos, pero yo no pienso así, que a lo mejor no había quedado muy claro. El corazón del ángel no la he visto así que otra más a la infinita lista de cosas pendientes.
Un saludo.
Marcos, yo, como te puedes imaginar, también te la recomiendo y más si te gusta el disco. En cuanto a Tommy, caerá en este repaso a los musicales.
Un saludo.
Jesús, no he visto muchas pelis de Alan Parker, y lo que he visto hasta ahora me gusta.
El expreso de medianoche totalmente recomendable.
Un saludo.
Aún recuerdo aquel concierto con motivo de la caida del muro de Berlín, en el que se interpretó "The wall". Creo que fue organizado por Roger Waters en compañía de otros artístas internacionales, entre ellos Scorpions. Pese a sus fallos iniciales de sonido, fue un buen espectáculo. Por cierto, muy bueno su relato en sus datos personales de su perfil.
ResponderEliminarPepe Cahiers, gracias por tus palabras y bienvenido. A mí ese concierto me pilló un poco pequeño pero por suerte está editado en DVD, aunque no sea lo mismo.
ResponderEliminarUn saludo.
Como te curras el blog macho
ResponderEliminarMikel Nhao, muchas gracias, tío. Se hace lo que se puede.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, holita. Me gustaría apuntar una cosa; la película "Tommy" (del recientemente fallecido Ken Russell, si no recuerdo mal), es varios años posterior al disco, que sí es de 1969. Entre uno y otra, también fue un musical. Tommy, can you hear me? Lo mismo sucedió con "Quadrophenia", aunque sin musical (que yo sepa).
ResponderEliminarHablando de Ken Russell, recomiendo muy mucho "Crimes of passion", aquí traducida como "La pasión de China Blue": seguro que sería buen tema para una reseña. Ya sabéis: Tony Perkins haciendo una caricatura de sí mismo áun más desmadrada que en las secuelas de "Psicosis"; Kathleen Turner en todo su esplendor, antes de inflarse; el consolador asesino...
La que no recomiendo nada, nada, nada es "El expreso de medianoche". La encuentro sensacionalista y xenófoba. Todos los personajes turcos son negativos: el chivato, el carcelero gordo torturador (a lo Melitón Manzanas) y sodomita... Ni la banda sonora de Giorgio Moroder me gustó demasiado, sobre todo comparada con la "Scarface".
Un saludo,
Guillermo