Tommy (1975)

Tommy (1975) Tít. orig.: Tommy Dir.: Ken Russell Int.: Roger Daltrey, Ann-Margret, Oliver Reed, Elton John, Tina Turner, Eric Clapton, Jack Nicholson Dur.: 108 min.

A veces, cuando quiero empezar con un grupo del que no he escuchado nada, cojo un disco al azar, el que sea, y lo escucho varias veces. Por lo general, un disco te gusta o no te gusta y con escucharlo una vez basta para saberlo, pero hay otros que requieren un poco más, y es curioso que muchos de esos discos que al principio cuestan, al final te acaban gustando muchísimo y les coges un cariño especial. Con otros te das cuenta de que no te gustaban porque eran una mierda y punto. También pasa que hay artistas o bandas que tienen tantos discos que no sabes por dónde meterles mano. Típica pregunta de rockero en ciernes: “Quiero escuchar algo de Frank Zappa pero no sé por cuál de sus 600 discos empezar. ¿Qué hago?” Ante esta situación puedes jugártela con uno cualquiera o tirarte a por el que los fans consideran el mejor o si tienes un par de pelotas como Lemmy (y no hablo de testículos) puedes escuchártelos todos. Esta última opción debería ser la habitual, pero ¿quién tiene valor (y tiempo) para escuchar la discografía de Zappa con calma y detenimiento y decir al final: “Mierda, he tirado tres años de mi vida”?

¿Por qué cuento todo esto? Pues porque a mí, los Who no me han resultado nada fáciles. Es un grupo que evolucionó en 5 años de una manera bestial, creando estilo, convirtiéndose en referencia y explorando nuevos sonidos y parte de su encanto es vivir esa evolución, disco a disco. Con los Who yo opté por empezar por el disco que les dio fama mundial y que además fue su primer disco: My generation (The Who sings My generation en su versión yanqui) y puedo decir, habiendo escuchado el disco varias veces, que no me gusta. Hala, ya lo he dicho.

My generation me parece un disco muy flojo del que salvo muy pocas canciones y donde destaca para mí The Ox, con un prodigioso Moon en la batería que por momentos hace que parezca que estemos en una auténtica estampida. El éxito de este disco fue la canción My generation, pero a mí siempre me ha parecido una canción convencional y con poco interés a pesar de que algunos la consideren el comienzo del punk por su línea I hope I die before I get old (Espero morir antes de llegar a viejo). Si fuera por ese disco supermoñas me habría perdido lo que verdaderamente fue el comienzo del punk: la actitud de los Who, y no esa puta frase. Si me hubiera quedado en este disco me hubiera perdido a esos tíos que se empeñaron en sonar más alto que los demás, que tenían unos poderosos directos en los que rompían sus instrumentos y que destrozaban habitaciones de hotel, qué digo habitaciones, plantas enteras se fueron a tomar por culo tirando explosivos por los retretes. ¡Pero qué cabroncetes eran los Who!

Su segundo disco fue A Quick One, un disco que incluía una canción de nueve minutos titulada A quick one, while he’s away y que más tarde denominaron mini ópera y otra que tuvo mucho éxito, Boris the spider, que a mí siempre me da la risa cuando la escucho.

Tras esto, salieron de gira, mostraron al mundo una vez más su espectacular directo, reventaron algunos retretes, descubrieron un nuevo explosivo llamado dinamita, reventaron más retretes, descansaron un poco (los explosivos son agotadores) y trabajaron en lo que sería su tercer álbum: The Who sells out, un disco conceptual que simulaba ser la emisión de una radio pirata llamada Radio London que incluía anuncios y todo.

Estamos ya en 1968, Townshend ha dejado las drogas, sigue las enseñanzas de Meher Baba y está planeando su nuevo disco: Tommy. Pero,… ¿qué es Tommy? Tommy es una ópera rock. No la primera pero sí la primera que llamó la atención. Cuenta la historia de un niño que queda traumatizado al ver el asesinato de su padre y que se queda ciego, sordo y mudo. A pesar de su discapacidad el muchacho llegará a ser campeón de pinball, recuperará sus facultades y fundará su propio culto. Suena bien, ¿eh? Este disco incluía, entre muchas otras canciones The acid queen, I’m free, See me, feel me y Pinball wizard, esta última una de las canciones más conocidas de The Who.

El disco me parece un poco irregular, una ópera rock con bastantes canciones de relleno. Pero la película mejora el disco porque visualmente tiene momentos muy interesantes y está plagado de apariciones cojonudas. Por ejemplo, Tina Turner interpreta The acid queen con un aspecto visual y unas imágenes realmente impactantes, pero es que además, mejora increíblemente la canción dándole su toque personal. Lo mismo pasa con Elton John, que interpreta Pinball Wizard subido en unos zapatones alucinantes y también mejora la canción… con respecto al disco. Y este es el problema que yo le veo a los Who: no los considero un grupo de grandes discos sino un grupo de grandes canciones y poderosísimos directos. Sí, tienen buenos discos, buenísimos, pero son muy pocos. Sin embargo, cuando les ves en directo, no parece que estén tocando lo mismo. Es la apoteosis del rock. ¡Ahí sí que son insuperables!

Siguiendo con Tommy, aparecen también por ahí Eric Clapton y Jack Nicholson, hay alguna escena cachonda como la iglesia de Marilyn y una que me gusta mucho, cuando Tommy atraviesa el espejo. Además, todos los miembros del grupo aparecen en la peli, destacando Daltrey por ser el protagonista y Keith Moon por su cachondísimo papel del tío de Tommy. Y he dejado lo mejor para el final: la madre de Tommy está interpretada por la maciza de Ann-Margret que encima tiene una escena en la que se reboza en una piscina de fabada y chocolate. Es digno de ver.

¿Merece la pena ver la película? En mi humilde opinión, sólo si eres fan de los Who. Tiene algunos momentos muy interesantes y algunas canciones muy buenas pero gran parte del metraje es realmente aburrido. Personalmente, lo que más me gusta de los Who es justo lo que vino después de Tommy, pero de eso, os hablaré otro día.