El buen hijo (1993)

Esta es una película que me gusta mucho y que siempre que la veo consigue engancharme de nuevo. En su momento, fue número uno en taquilla, quizás porque contaba con los dos actores infantiles más importantes del momento, Elijah Wood y Macaulay Culkin, pero hoy, en cambio, parece estar algo olvidada.

Aunque El buen hijo fue un blockbuster veraniego y seguramente utilizaron la presencia de Macaulay Culkin y Elijah Wood como reclamo, lo cierto es que es un thriller estupendo que tiene unas cuantas cosas interesantes. Está dirigida por Joseph Ruben, quien a pesar de no ser muy conocido tiene varias películas en su filmografía que merecen la pena (El padrastro, [The stepfather, 1987]; Solo ante la ley, [True Believer, 1989]; Durmiendo con su enemigo, [Sleeping with the enemy, 1991]; Asalto al tren del dinero, [Money train, 1995]); y cuenta además con guion del hoy prestigioso escritor británico Ian McEwan y con música del no menos prestigioso Elmer Bernstein.

La historia es la siguiente: La madre de Mark —Elijah— fallece y tras unos días con su padre éste tiene que viajar a Japón por negocios, así que decide dejarle con sus primos Henry y Connie —Macaulay y su hermana Quinn—, pensando que unos días con ellos le ayudará a superar la pérdida de su madre. Pero Mark pronto descubrirá que su primo Henry, con su pelo rubio, sus ojitos azules y su cara de no haber roto un plato, no es el buen hijo que aparenta ser, sino un psicópata de lo más peligroso.

Los personajes de Henry y Mark están muy bien diseñados: Henry, es un psicópata de tomo y lomo que no tiene ningún respecto por la vida. Desde bien pronto con el «si te suelto… ¿crees que podrás volar?» vemos que Henry es malvado pero también inteligente. Sabe que tiene que guardar las apariencias, parecer el buen hijo que en realidad no es. Un momento que me gusta mucho es cuando Henry le dice a Mark: «Cuando te das cuenta de que todo es posible, eres libre», en clara alusión a un asesinato que ya ha cometido, demostrando que para él, las leyes y la ética han perdido todo sentido, y lo que es más importante, mostrando su incapacidad de sentir empatía ni remordimientos.

Un aspecto que me parece que le da al film un punto muy interesante es que Mark, aparte de ser el niño bueno que descubre la maldad de su primo, y al que nadie cree por haber pasado por un duro trauma recientemente, está obsesionado con que su madre, se ha reencarnado en su tía. Esto hace que el magnífico final, cobre un doble sentido.

Este final fue rodado a 40 metros sobre un acantilado en Minnesota, sin dobles. De hecho, Elijah y Macaulay se pasaron 6 semanas entrenando con los especialistas y tras discutir largo y tendido con los padres de Macaulay para que les dejaran rodar ciertas escenas de riesgo con el chaval, Macaulay accedió a rodarlas a cambio de que le dieran una pistola de aire comprimido.

Una crítica que he visto muchas veces hacia esta película es que los niños parecen demasiado adultos, que resulta demasiado irreal que se comporten de la manera que lo hacen; muy maduro Mark, demasiado inteligente Henry. Me parece una chorrada. Es cierto que hacen comentarios de una mordacidad digna de John McClane, pero el estreno de El buen hijo tuvo que ser suspendido en el Reino Unido por lo reciente del caso James Bulger, un niño de 2 años que fue torturado y asesinado por dos niños de 10 años, causando gran conmoción en Inglaterra. Así que si alguien cree que Henry es demasiado malvado o mordaz o inteligente, que salga de su cueva y eche un vistazo al mundo en el que vive.

A modo de resumen, El buen hijo es un buen thriller que tiene en el guion y las actuaciones sus mejores armas, pero que no está exento de tensión, una gran atmósfera y un desenlace brillante.