Karate a muerte en Bangkok (1971)

Karate a muerte en Bangkok (1971) Tít. orig.: Tang shan da xiong Dir.: Lo Wei, Wu Chia-hsiang Int.: Bruce Lee, Maria Yi, James Tien, Nora Miao, Han Ying-Chieh Dur.: 100 min.

En los próximos días voy a intentar comentar todas las películas de Bruce Lee en las que actuó de protagonista, cosa que me da un poco de miedo porque, a fin y al cabo, ya está todo dicho sobre el Pequeño dragón y por gente que sabe mucho más del tema que yo. Pero como tampoco quiero limitarme a dar mi opinión personal sobre sus películas, porque entonces me limitaría a decir que me gustan todas muchísimo, hasta Juego con la muerte, comentaré algunos aspectos sobre los rodajes y la producción de sus cinco grandes películas. Bueno…, cuatro y pico. Y cómo no, voy a empezar por el principio. Y el principio es Karate a muerte en Bangkok.

Como ya sabréis, el primer empujón a la carrera de Bruce Lee llegó con la serie El avispón verde (The Green Hornet), que se emitió en Estados Unidos entre septiembre del 66 y julio del 67 y en la que interpretaba a Kato. La cancelación de la serie supuso una decepción para Bruce Lee, que había adquirido cierta notoriedad en EE.UU. e interpretó como un paso atrás en su carrera el tener que volver a dar clases.

Durante los 3 años siguientes Bruce compaginó las clases con los papeles secundarios y los trabajos de coreógrafo marcial.

En 1970, Bruce viajó a Hong Kong con su hijo Brandon y se quedó sorprendido de lo famoso que era allí gracias a la serie El avispón verde. Ante el fracaso de la serie en EE.UU. 20th Century Fox distribuyó la serie por el sudeste de Asia para minorar las pérdidas. La serie tuvo un éxito tremendo y fue retitulada como El show de Kato. Esto dio a Lee una inyección de moral, pero de vuelta en Estados Unidos se llevó una nueva decepción: el papel protagonista de Kung-Fu iba a ser para David Carradine.

Uno de los proyectos en los que más se implicó en aquellos años fue la película The silent flute, que iba a protagonizar con James Coburn, alumno suyo y un verdadero amante de la cultura y filosofía asiática, y para la que incluso fueron a la India en busca de localizaciones, aunque finalmente no llegó a materializarse. Algunos años después de la muerte de Bruce Lee, David Carradine protagonizó esta película bajo el título de El círculo de hierro.

De esta época lo más reseñable es la serie Longstreet. Mientras Bruce se recuperaba de la lesión de espalda que le tuvo en cama varios meses, Stirling Silliphant escribió un episodio de 90 minutos de una serie titulada Longstreet en la que el detective Mike Longstreet (James Franciscus) se queda ciego y pierde a su mujer al estallar una bomba. A pesar de ello se recuperará y detendrá a los criminales. El episodio piloto fue un éxito y la Paramount decidió hacer una serie. Silliphant pensó en Bruce, que estaba pasando dificultades económicas, y juntos escribieron el primer episodio de una hora, titulado El camino del puño interceptor, traducción literal de Jeet Kune Do. En este primer episodio Li Tsung (Bruce) salva a Longstreet de un asalto. Longstreet acude a Tsung para que le enseñe artes marciales y así vengarse de sus asaltantes, pero Tsung hace entender a Longstreet que su motivación es errónea. Lo que hace reseñable este episodio es que Bruce Lee pudo mostrar por primera vez su filosofía y forma de entender la vida.

En 1971, en una entrevista telefónica para una emisora de Hong Kong, el locutor preguntó a Bruce Lee cuándo rodaría una película en Asia. Lee respondió que cuando le ofrecieran un presupuesto y un guion decentes. Raymond Chow, que ya había dejado la Shaw Brothers y fundado la Golden Harvest, estaba escuchando la entrevista y mandó a Hua Liu Liang (mujer de Lo Wei) con una oferta: dos películas, HK 10.000$ a su llegada y HK 5.000$ al final. Bruce aceptó y se trasladó a Tailandia para rodar The Big Boss. Finalmente comenzó el rodaje de la conocida en español como Karate a muerte en Bangkok, un título buenísimo ya que ni es karate ni es en Bangkok.

Nora Miao, una habitual de las películas de Bruce Lee.

La película cuenta la historia de Cheng Chao-An (Bruce Lee), un chino que se muda a Tailandia a trabajar con su tío en una fábrica de hielo. Cuando rompe por accidente uno de los bloques de hielo, unos trabajadores descubren dentro un paquete que contiene cocaína. Esto hará que muchos trabajadores vayan desapareciendo y que finalmente toda la familia de Bruce Lee sea asesinada como represalia, provocando la ira del Pequeño dragón.

El malo se parte, pero al de azul no le ha hecho gracia.

Durante el rodaje de la película Hua Liu Liang habló con Raymond Chow y propusó sustituir al director Wu Chia-hsiang, que tenía una relación pésima con actores y técnicos, por su marido Lo Wei. Raymond Chow vio lo que se había rodado hasta el momento y no le gustó en absoluto que todo el peso de la trama estuviera recayendo en James Tien en lugar de en Bruce Lee, así que aceptó el cambio. Al final, la relación entre Lo Wei y Bruce Lee fue casi peor, llegando a escribir Bruce Lee lo siguiente en una carta a su mujer Linda refiriéndose a una posible tercera colaboración con Lo Wei tras Furia Oriental: «No way, Lo Wei». Vamos, que ni de coña.

El presupuesto de la película era de apenas HK 100.000$, y el rodaje se realizó en Pakchong, a unas dos horas de Bangkok, en unas condiciones infrahumanas. Había mosquitos y cucarachas por doquier, todo el mundo perdió peso porque prácticamente no había carne, Bruce Lee enfermó por las malas condiciones, también se cortó un dedo (lo lleva vendado toda la película), Lo Wei limitaba la creatividad de Lee, había tanto ruido mientras se rodaba que Bruce Lee se quedó afónico,…

Sin embargo, y a pesar de todos los problemas, el estreno fue un completo éxito llegando a ser la película más taquillera de la historia en Hong Kong, récord que batió la siguiente película de Bruce Lee, Furia Oriental.

Putas y alcohol, algo que jamás volveríamos a ver en una peli de Bruce Lee.

A mí me gusta mucho esta película pero hay que reconocer que tiene multitud de problemas y el resultado final es mediocre vista hoy en día.

El primer problema, y además clave, es que hay algunas peleas que no parecen reales, lo peor que le puede pasar a una película del género. El coreógrafo marcial de The big boss era Han Ying-Chieh, que también interpretaba al malo. En la práctica, Bruce Lee consiguió coreografiar sus peleas; no así el resto, por deseo expreso de Lo Wei. Así, las peleas en las que aparece Bruce parecen reales y las otras no, precisamente por la forma de trabajar de Lee, algo que contaré más extensamente cuando hable de Furia Oriental.

El cadáver en el hielo es el comienzo de la mejor parte de la peli.

Hay otro aspecto del film realmente sorprendente que es el de las escenas eliminadas y del que no he encontrado nada concluyente sobre si fue censura o no, aunque todo apunta a eso ya que las partes que se sabe que faltan son todas de una violencia salvaje. Por ejemplo, quitaron la escena en la que James Tien recibe un golpe en la cabeza y sangra a chorros (quitaron sólo el golpe, así que, de repente, empieza a sangrar porque sí); eliminaron por completo la escena en la que un tipo es cortado por la mitad por una sierra en la fábrica del hielo; eliminaron el momento en el que Bruce Lee clava una sierra en la cabeza de uno de los secuaces, pero no eliminaron el momento en el que Bruce coge la sierra del suelo y suelta el golpe, y multitud de pequeños fragmentos más y diálogos desaparecieron. El resultado es un montaje que parece amateur, con saltos inexplicables y momentos incomprensibles, que lastra el resultado final de la película.

Qué gore pudo haber sido esta peli...

Otro problema que le encuentro a The big boss, es que Bruce Lee no da un solo golpe hasta la mitad del film y tenemos que conformarnos con James Tien y con la insoportable musiquita que suena cada vez que Bruce Lee se echa mano al colgante recordando la estúpida promesa que le impide pelear.

El dichoso colgante y la musiquita que lo acompaña.

Uno de los puntos más increíbles es la banda sonora. En las películas de artes marciales que vienen de Hong Kong es muy habitual hacer 2 bandas sonoras diferentes, una para la versión original y otra para la versión internacional. En el caso de las películas de Bruce Lee, sólo ocurrió en esta, pero no sólo tenemos dos sino hasta tres bandas sonoras. La buena (es un decir) es la del 85 que incluye temas míticos de Pink Floyd y King Crimson como Time y Lark’s tongues in aspic.

El malo ya no se ríe porque le están sacando los entresijos. En la foto no lo veis, pero os aseguro que no se ríe.

No quiero alargarme más porque aún quedan 4 películas por comentar, así que sólo añadiré que esta película, a pesar de no ser muy buena, es mucho mejor que la mayoría de películas de artes marciales de Hong Kong anteriores y por primera vez nos muestra secuencias de lucha completas, sin los continuos cortes típicos de este cine, y golpes que eran realistas.

Quizás sólo recomendaría esta película por completismo o para los muy fans del género, pero no hay que olvidar que este es el comienzo de la leyenda del Pequeño dragón y que supone ya una ruptura con lo anterior. En el próximo post, Furia Oriental, posiblemente la mejor película de artes marciales de la historia.

Estábamos preparados para odiar la película. Realmente lo deseábamos. Después de todo, ese chino de ultramar había salido de ninguna parte, estaba ganando cientos de veces nuestros salarios y tenía a Hong Kong comiendo en la palma de su mano. Queríamos odiarla, pero no pudimos. La película era todo lo que las películas que estábamos haciendo nosotros no eran. E incluso a pesar de que The big boss puede no parecer muy impresionante hoy en día, para nosotros entonces fue una revelación. Jackie Chan.