Tetsuo, el hombre de hierro (1989) Tít. orig.: Tetsuo Dir.: Shinya Tsukamoto Gui.: Shinya Tsukamoto Mús.: Chu Ishikawa Fot.: Shinya Tsukamoto Int.: Tomorowo Taguchi, Kei Fujiwara, Nobu Kanaoku, Shinya Tsukamoto Dur.: 64 min. (IMDB dice 67 pero mi versión dura 64)
Tetsuo, rodada en 16 mm, en blanco y negro y con un presupuesto muy bajo, marcó un antes y un después en el cine japonés y se convirtió en el referente claro del subgénero cyberpunk. El guión, la dirección, la dirección artística, los efectos especiales, el montaje y la fotografía corren por cuenta de Shinya Tsukamoto, que hasta interpreta el papel de El fetichista, y que es el artífice de esta maravilla visual.
Cualquiera que haya visto la película, reconocera rápidamente la influencia de David Cronenberg con obras como Videodrome (1983) o La mosca (1986) (también con la versión original de La mosca de Kurt Newman), con Cabeza borradora de David Lynch (1976), Akira (1988) de Katsuhiro Ôtomo, que había sido estrenada un año antes, o incluso con Blade Runner (1982).
Si existen tantos precedentes, entonces ¿qué es lo que hace a esta película especial hasta el punto de convertirse en una película de culto y en el exponente más claro de todo un género? Pues, todo. En primer lugar, que William Gibson, quien definió el cyberpunk e inventó el término ciberespacio, considera esta película la primera obra puramente cyberpunk. Y en segundo lugar, que la dirección es magnífica. Un error muy común en los directores modernos, especialmente los que no han visto mucho cine clásico, es que tienden a inundarlo todo con diálogos, y otras veces explican con palabras cosas que no necesitan ser explicadas. Esto no pasa en Tetsuo y, en mi humilde opinión, hace a la película grandísima. Se podría decir que la primera media hora es prácticamente muda, pero es un ejercicio visual espectacular. Una sucesión de imágenes que no permiten la más mínima relajación, que te atrapan desde el principio, únicamente bañadas por la música..., ¡QUÉ MÚSICA! Cómo definir con palabras una banda sonora. Es metálica, chirriante, perfecta para este film; una mezla entre música tecno japonesa y una sierra oxidada cortando un ladrillo. A esto hay que añadir, los efectos sonoros, deliberadamente exagerados, tanto que provocan grima. Y es que la primera media hora trasciende el cyberpunk y va más allá, convirtiendo la película en un film de horror que, a mí por lo menos, siempre me pone la piel de gallina. Y, por supuesto, los efectos especiales hechos con stop-motion: ¡alabado sea el stop-motion!
La segunda parte de la película, es decir, la segunda media hora, no está al nivel de la primera, lo que no quiere decir ni mucho menos que no sea grandiosa. Especialmente buenos son los últimos 10 minutos. Aquí es dónde aparecen los diálogos, o más bien, el monólogo final de Tsukamoto, o su alter ego, El fetichista, con una frase que quedará para los anales del cine: Fuck! Don't you understand? Your future is metal! (¡Joder! ¿No lo entiendes? Tu futuro es de metal) y antes de ello la pelea entre los dos seres que es fascinante.
Tetsuo es una de esas películas que no hace falta entenderla para disfrutarla. El placer que se obtiene de esta película viene del poder de las imágenes y no de la historia, aunque si uno presta atención puede llegar a entenderla. Tetsuo comienza con un hombre conocido como El fetichista del metal (Shinya Tsukamoto) que se corta deliberadamente una pierna para introducirse una varilla roscada. De repente, al mirar la herida la encuentra llena de gusanos y sale corriendo. Al llegar a la carretera, un coche le atropella. A raíz del accidente, se crea un vínculo entre El fetichista y el conductor (un típico salaryman japonés). El conductor, entonces, comienza a experimentar ciertos cambios en su cuerpo. Lo primero que nota al afeitarse es que tiene un grano en la cara que parece metálico. Esto es sólo el comienzo de la mutación, pronto todo su cuerpo se va volviendo metálico hasta mezclarse en un todo la carne y el metal. Lo primero que muta es su pene, que se convierte en un taladro. Tsukamoto siempre ha reconocido que le atraía mucho el erotismo y que tenía intención de rodar un film pornográfico o erótico, y es que ésta es una característica de todo el film y la principal relación con el cine de Cronenberg, la relación entre el erotismo y la violencia. De hecho, el primer cambio que se aprecia en él (el grano) viene precedido de un sueño en el que su novia, también mitad máquina y con un tentáculo que le sale de las bragas, le sodomiza. Una de las escenas más potentes del film sin lugar a dudas.
Poco a poco, todo él va volviéndose metálico, concibiéndose un nuevo ser, mitad hombre, mitad máquina. La influencia sobre Ghost in the shell (1995) y por añadidura sobre Matrix (1999) es clara.
Pronto recibe la visita de El fetichista del metal que le mostrará un nuevo mundo metálico. Ambos luchan y ante la imposibilidad de ganar de ninguno de ellos, deciden fusionarse para "convertir el mundo entero en metal y oxidarlo", al grito de "Nuestro amor puede destruir este puto mundo. ¡Vamos allá! ¡Hagámoslo!"
La película finaliza con un GAME OVER en lugar del típico The end.
Tetsuo es una película maravillosa, para disfrutarla una y otra vez. El mayor exponente de todo un género. Imprescindible su visionado. Podría pasarme así todo el día, elogiando esta película, pero creo que hay una frase que lo explica todo: Verdaderamente original; no te dejará indiferente.
deberia ver esta pelicula...
ResponderEliminarGenial donde las halla, es una de mis películas preferidas y recomiendo a todo el mundo su visionado. Existen una segunda y tercera parte (independientes unas de otras) pero para mi la primera es la que me marcó.
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